¿Te sientes “quemado” en el trabajo? ¿Estás desanimado o cansado de tu trabajo? ¿Sabes lo que es el burnout o estrés laboral?
El “Síndrome de quemarse por el trabajo” o burnout consiste en la evolución del estrés laboral a un estado de estrés crónico.
El síndrome se describe como una experiencia de agotamiento, decepción y pérdida de interés por el trabajo. Desde el principio, se caracteriza como una respuesta al estrés laboral crónico. Aparece cuando fallan las estrategias de afrontamiento que utilizamos para manejar el estrés laboral; y funciona como una variable mediadora entre la percepción de la fuente de estrés y sus consecuencias. Cuando éstas estrategias no tienen éxito de manera reiterada, los trabajadores sienten fracaso a nivel profesional interpersonal. Esta respuesta se caracteriza por un deterioro cognitivo, consistente en la pérdida de la ilusión por el trabajo, el desencanto profesional o la baja realización personal, y por una experiencia de desgaste psicológico que conlleva agotamiento físico y emocional.
¿Por qué surge?
Existen dos teorías que intentan explicar por qué surge esta sintomatología. Por un lado, está la perspectiva clínica que entiende el burnout como un estado al que la persona llega como consecuencia del estrés laboral que padece. La perspectiva psicosocial, por otro lado, lo considera un proceso. Este proceso se desarrolla por la interacción que se produce entre las características del entorno laboral en el que la persona trabaja y sus características personales. La diferencia entre ambos enfoques es clara; el primero analiza el problema como un estado personal, mientras que el segundo, de manera más acertada, lo analiza como un proceso dinámico. Este proceso es producto de la interacción entre varios factores: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal en el trabajo.
La falta de realización personal en el trabajo se define como la tendencia que tenemos a evaluarnos negativamente. Por agotamiento emocional se entiende la situación en la que los trabajadores perciben que ya no pueden dar más de sí mismos a nivel afectivo. Y la despersonalización se define como el desarrollo de actitudes y sentimientos negativos hacia las personas destinatarias del trabajo. Estas personas son vistas por los profesionales de forma deshumanizada debido a un endurecimiento afectivo, lo que conlleva que les culpen de sus problemas.
Estos efectos (agotamiento emocional, despersonalización y realización personal) surgen de la discrepancia existente entre las expectativas e ideales individuales y la dura realidad de la vida laboral cotidiana.
Hasta el momento se han podido identificar cuatro tipos de desencadenantes y potenciadores de este síndrome:
- Ambiente físico en el trabajo y contenidos del puesto de trabajo como fuente de estrés laboral
- Estrés por el desempeño de los roles, relaciones interpersonales y desarrollo de la carrera profesional
- Estresores relacionados con las nuevas tecnologías utilizadas en el trabajo cotidiano
- Fuentes extra-organizacionales que influyen: relaciones familia-trabajo
¿Qué síntomas se manifiestan?
Los síntomas que aparecen en el burnout son similares a los asociados a estrés laboral. Sin embargo, aparecen en mayor intensidad.
- Síntomas emocionales: Cambios de humor y estado de ánimo, desmotivación, agotamiento mental y disminución del rendimiento y falta de energía.
- Síntomas físicos: Dolores musculares y articulares y alteraciones psicosomáticas.
- Interpersonales: Dificultades en la vida familiar y social.
- Actitudinales: Desarrollo de actitudes negativas hacia las personas que atiende, insatisfacción laboral, bajos niveles de compromiso.
- Conductuales: comportamientos disfuncionales en el trabajo (ausentismo, llegar tarde, disminución de la calidad y la cantidad).
Diferencias con otras patologías
El burnout ha sido confundido en varias oportunidades con otro tipo de fenómenos que es importante diferenciar:
- Depresión: son un conjunto de emociones y cogniciones que tienen consecuencias sobre las relaciones interpersonales. Se diferencia del burnout porque éste surge como consecuencia de las relaciones interpersonales y organizacionales.
- Alienación: ocurre cuando se tiene poca libertad para desarrollar una tarea. Se diferencia del burnout porque en ese caso el trabajador tiene demasiada libertad para desarrollar la tarea, y por esta libertad, resulta imposible que la actividad sea desarrollada.
- Ansiedad: sucede cuando no se poseen las habilidades para manejar una determinada situación. Se diferencia del burnout porque, en éste último, existe una exigencia superior de habilidades que las que la persona puede manejar.
Profesiones asociadas
Si bien es cierto que cualquier trabajador puede llegar a sentirse quemado en su trabajo por diversas variables: acoso laboral, elevado nivel de responsabilidad, jornadas laborales demasiado largas, etc.; hay algunas profesiones que son más propensas a sufrir este síndrome. Es el caso de las profesiones sanitarias y los docentes. En el caso de médicos y enfermeros, este síndrome puede aparecer como consecuencia de la baja flexibilidad laboral o las expectativas y creencias erróneas sobre la situación real de la sanidad. Por su parte, se ha visto que a medida que pasan los años, los docentes muestran más signos de ansiedad y rechazo frente al trabajo. El cambio de modelo educativo, el trato a los profesores, la carga laboral extraescolar o la falta de recursos formativos hace que aumenten las tasas de ausentismo y baja laboral.
Tratamiento
La clave para un tratamiento efectivo es poder detectarlo en sus primeras fases. Esto,a veces es imposible porque no son conscientes de lo mal que se sienten hasta que ya no pueden más.
Ante excesivos niveles de estrés en el trabajo algunas pautas a seguir podrían ser:
- Ejercicios de relajación y respiración para reducir la ansiedad.
- Realizar estiramientos o ejercicio físico para reducir la tensión muscular.
- Mejorar la comunicación dentro de tu entorno laboral, social y familiar para manejar mejor las emociones.
- Llevar un estilo de vida saludable: evitar el tabaco y el alcohol, dormir lo suficiente y realizar actividades placenteras.
Sin embargo, si sientes que alguno de los síntomas descritos está afectando de manera significativa en tu día a día; o si quieres mejorar tus niveles de bienestar laboral, desde ACM Psicólogos te animamos que consultes con profesionales especializados para que te ayuden a desarrollar y entrenar pautas adecuadas y eficaces de afrontamiento. Estamos especializados en estrés laboral y otras sintomatologías. No dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Llámanos!
Escrito por: Blanca Fernandez
Psicóloga de ACM psicólogos