El estrés se ha convertido, no sin razón, en una de las bestias negras de nuestro tiempo. Es moneda común quejarse de él y de los problemas que nos origina.

Como todo lo natural, el estrés es, en principio, algo positivo, con tal de conocerlo y saberlo manejar. Es un estupendo mecanismo animal de supervivencia que, en nuestros días, funciona muchas veces de manera oportuna y otras muchas no tanto. En ocasiones se convierte en un enemigo que afecta a nuestro cuerpo, a nuestra mente y a nuestro comportamiento. Y por tanto a nuestra familia y a nuestro trabajo. Un enemigo que puede ser incluso patológico provocando trastornos de ansiedad.

Conviene pues aprender a conocerlo, prepararse para manejarlo y para soportar sus excesos. E incluso para utilizarlo de manera positiva. Porque no es <<algo que nos pasa>>, sino <<algo que fabricamos>>; en teoría en nuestra propia defensa.

Estres psicologico

El estrés es considerablemente subjetivo, aunque suela tratarse como algo provocado por el entorno. Un mismo hecho no resulta igual de estresante para todas las personas, ni siquiera para el mismo individuo en momentos o circunstancias diferentes de su vida. El estrés no siempre tiene consecuencias negativas. A veces su aparición supone una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, hasta entonces inactivos, fortaleciendo así la autoestima e incrementando las posibilidades de éxito en ocasiones futuras.

El cambio por sí sólo ya nos provoca esa sensación de inseguridad, de amenaza latente. Y vivimos en una época en la que lo único que se nos garantiza es el cambio. Hace apenas unas décadas, teníamos más seguridad en el trabajo, las parejas, la vivienda, etc. Hoy cambia el uno y las otras más de una vez. Esa sensación de inseguridad garantiza la aparición frecuente de situaciones que consideramos de estrés.

El cambio en sí no es una novedad: hace ya 2.500 años que Heráclito nos recordaba que no nos podemos bañar dos veces en el mismo río; el agua fluye y cambia de continuo. Pero nuestra vida lleva un ritmo rápido en todos los sentidos. Corremos para ir a trabajar, corremos para volver a casa, corremos incluso para ir de vacaciones o para divertirnos. Soportar un cambio cada vez más acelerado supera con facilidad la capacidad de adaptación de muchas personas, y la respuesta que nos da más seguridad es refugiarnos en lo conocido, que desaparece cada vez más rápido. Cada cambio supone una oportunidad, pero también una amenaza.

Como podemos manejar el estrés:

Las estrategias para afrontar el estrés buscan prevenir o controlar los excesos en las demandas procedentes del entorno o bien de nosotros mismos. En los casos en que la situación que nos genera estrés es inevitable, como un examen o una lesión, el desafío consiste en hacer frente a la situación de la manera más saludable posible, lo cual incluye no seguir haciendo aquello que sabemos, por el pasado, que no nos ha resultado.

Para ello te sugerimos que tomes contacto con el equipo de especialistas de ACM psicólogos Madrid, donde te proporcionaremos algunas estrategias que pueden ayudarte a hacer frente a situaciones de mucha tensión. Entre otras cosas, te enseñaremos herramientas para fomentar la relajación, el estilo de vida saludable, la asertividad, la planificación del tiempo, las expectativas realistas o la expresión de emociones.

 

Escrito por Alba Ortiz

Colaboradora de ACM psicólogos

5/5 - (14 votos)