Si sufres episodios repentinos y frecuentes de agresividad verbal y física o si tienes un hijo con un comportamiento violento y periodos de ira cortos e inesperados, seguro que necesitas saber si es posible controlar este comportamiento. Es posible que estemos hablando de un trastorno explosivo intermitente, un problema muy raro que puede tratarse y mejorarse con terapia psicológica adecuada.
En este artículo de ACM Psicólogos vamos a explicarte en qué consiste el trastorno explosivo intermitente y qué cambios son esenciales para controlar la situación.
¿Qué es el trastorno explosivo intermitente?
El trastorno explosivo intermitente es un problema de salud mental en el que niños y adultos sufren de forma inesperada periodos cortos de ira intensa y comportamiento violento. Los actos violentos también incluyen amenazas verbales. Estos sentimientos parecen surgir de la nada y la persona que lo sufre, siente que no tienen control sobre su ira.
El trastorno explosivo intermitente suele comenzar al final de la infancia o en los primeros años de la adolescencia. Se trata de un trastorno crónico que puede continuar durante años, aunque la gravedad de los arrebatos puede disminuir con la edad.
En el caso de los más pequeños aparecen berrinches y peleas con otros niños, e incluso puede llegar a dañar a otras personas, animales o cosas.
Obviamente, este tipo de comportamiento provoca una gran angustia por no poder autocontrolarse y conlleva una serie de consecuencias:
- En los niños y adolescentes, además de repercutir en sus amistades y en la vida familiar, también conlleva un peor rendimiento escolar.
- Deterioro de las relaciones personales: el resto de personas que observan una actitud violenta de forma continuada tienden a alejarse y distanciarse de quien muestra este trastorno explosivo intermitente.
- Problemas familiares y laborales, con el resto de compañeros.
- Deterioro del estado de ánimo. La depresión y la ansiedad, muchas veces aparecen con el trastorno explosivo intermitente.
- Problemas de salud físicos, como dolor crónico o enfermedades cardíacas.
- Adicción a las drogas.
- Tendencia a autolesionarse e incluso intentos de suicidio.
Signos y síntomas del trastorno explosivo intermitente
Explosividad repentina
Las erupciones explosivas de violencia física o verbal ocurren de repente. Aparecen con poca o con ninguna advertencia y suelen durar poco tiempo, no más de media hora.
Frecuencia indeterminada
A veces los episodios violentos se suceden en el tiempo con frecuencia y otras veces pueden pasar meses. Durante ese tiempo, la persona se puede sentir más irritable, impulsiva, agresiva e, incluso, enojada de forma constante.
La ira precede a los ataques
Los episodios agresivos del trastorno explosivo intermitente pueden ir precedidos o acompañados de ira e irritabilidad que conllevan palpitaciones, opresión en el pecho, temblores, etc.
Arrebatos verbales y conductuales
Rabietas, discusiones acaloradas, gritos, bofetadas, empujones, amenazas, agresiones físicas, daños materiales…
Sentimientos encontrados
Por un lado, la persona que sufre un trastorno explosivo intermitente siente cierto alivio y cansancio tras haber vivido un episodio de violencia. Sin embargo, tras pasar un tiempo, surge el remordimiento, arrepentimiento y vergüenza.
¿A qué se deben estos estallidos violentos?
No se conoce la causa exacta del trastorno explosivo intermitente, pero es probable que se deba a:
- Entorno violento. La mayoría de las personas que sufren este trastorno han crecido en familia o entornos en donde había también un comportamiento explosivo, con abuso de fuerza física y verbal. El hecho de estar expuesto a este tipo de violencia desde edades muy tempranas, aumenta las posibilidades de que los niños desarrollen estos mismos rasgos cuando llega la adolescencia.
- Genética. Es posible que el trastorno explosivo intermitente tenga un componente genético que se transmita de padres a hijos.
- Diferencias estructurales del cerebro. También se relaciona este trastorno con el hecho de que existan diferencias en la estructura, en la función y en la química del cerebro en comparación con las personas que no sufren este trastorno.
- Maltrato físico. Las personas que han sufrido maltrato físico también presentan mayor riesgo de sufrir un trastorno explosivo intermitente.
- Otros trastornos de salud mental. Determinados trastornos de la personalidad, de conductas disruptivas, así como el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) también aumentan el riesgo de que se desarrolle este trastorno.
¿Cómo se puede controlar?
Si eres consciente de que tu comportamiento coincide con estas descripciones y síntomas del trastorno explosivo intermitente, es esencial contactar con un psicólogo. Pero también es imprescindible que estés muy motivado y dispuesto a cambiar. Tendrás que cambiar tu entorno para alejarte de las personas o situaciones que te alteran; y también tendrás que modificar tu estilo de vida, evitando el consumo de alcohol y drogas.
La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a superar este trastorno. La duración del tratamiento va a depender de la gravedad de las causas, como pueden ser los traumas emocionales o físicos de la infancia, etc. También dependerá de tu implicación, esfuerzo y empeño por controlar esta situación.
La terapia cognitivo-conductual te ayudará a determinar qué situaciones provocan los episodios de rabia para que puedas reconocer y gestionar la ira de una manera más saludable. También te permitirá aprender habilidades de comunicación esenciales que eviten que des respuestas inapropiadas.
Tu psicólogo podrá ayudarte a desarrollar nuevas maneras de pensar acerca de esas situaciones frustrantes. El uso de pensamientos racionales y de la lógica, pueden mejorar la forma de ver y de reaccionar ante cualquier evento.
Las técnicas de relajación, el uso regular de respiración profunda o la práctica del yoga también son tus aliados para ayudarte a mantener la calma. Tu psicólogo puede enseñarte técnicas de relajación que podrás poner en práctica de forma preventiva cuando notes que vas a sufrir un nuevo episodio.
También la terapia psicológica te resultará esencial para poder gestionar la ansiedad y depresión que surgen como consecuencias de este trastorno.
Contacta con ACM Psicólogos Madrid y pide ahora tu primera sesión online o presencial en el centro de Madrid. Recuerda que el hecho de que reconozcas que el trastorno explosivo intermitente es un problema en tu vida y quieras cambiarlo, es el primer paso y el más importante para superarlo y tener el control. Con la ayuda de tu psicólogo ¡lo conseguirás!