Las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad se encuentran aisladas de forma habitual; al igual que el trastorno esquizoide de la personalidad. Sin embargo, también se comporta de manera que podría parecer rara para muchos de nosotros. Además, suelen ser personas desconfiadas y tener ideas extravagantes.
¿Qué es el trastorno esquizotípico de la personalidad?
Las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad experimentan trastornos cognitivos diversos y distorsiones perceptivas (ilusiones corporales; experiencias telepáticas; o ideas de referencia); se comportan de una manera excéntrica; y son socialmente ineptas y ansiosas.
Según el Manual de Criterios Diagnósticos (DSM), este trastorno se caracteriza por:
- Ideas de referencia
- Creencias extrañas o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y que no concuerda con las normas culturales.
- Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas ilusiones corporales.
- Pensamiento y discurso extraños.
- Suspicacia o ideas paranoides.
- Afecto inapropiado o limitado.
- Comportamiento o aspecto extraño, excéntrico o peculiar.
- No tiene amigos íntimos ni confidentes aparte de sus familiares de primer grado.
- Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a asociarse a miedos paranoides más que a juicios negativos sobre sí mismo.
Básicamente, las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad presentan distorsiones perceptivas que no son coherentes con las normas socioculturales. De hecho, estas distorsiones constituyen un componente importante y generalizado de sus experiencias personales cotidianas que está estrechamente relacionado con el comportamiento extraño y excéntrico característico de este trastorno. Es por eso, que estas personas pueden, por ejemplo, hablar solos en público; hacer ademanes sin razón aparente; o vestir de forma peculiar o desaliñada.
Su lenguaje frecuentemente es extraño; y su afectividad es excesivamente restringida o inapropiada. Además, las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad están aisladas e inadaptadas sociales; y tienen pocos amigos. Este aislamiento se debe casi siempre tanto a sus pensamientos y conducta excéntrica, como a su poco interés por relacionarse; lo que proviene en parte de su desconfianza en los demás. En el caso de desarrollar una relación íntima o más estrecha, son personas que tienden a mantenerse distantes y, finalmente, acaba por rechazarla, debido principalmente a su ansiedad social y tendencia a desconfiar.
En esta línea, a diferencia de la gente que sencillamente tiene intereses u opiniones poco frecuentes, los que sufren este trastorno de personalidad suelen ser desconfiados; tener pensamientos paranoicos; y expresan poca emoción.
Causas del trastorno esquizotípico de la personalidad
De los tres trastornos de personalidad que conforman el grupo A, el trastorno esquizotípico es el más vinculado al espectro esquizofrénico. De hecho, a lo largo del tiempo, la palabra esquizotípico se ha empleado para describir a personas predispuestas a desarrollar esquizofrenia. Este tipo de trastorno ha sido visto por algunos investigadores como un fenotipo del genotipo de la esquizofrenia. Es decir, se considera que algunas personas tienen “genes de la esquizofrenia”, y, sin embargo, por la falta de influencias biológicas o ambientales, no llegan a padecer una esquizofrenia; pero sí este trastorno de personalidad, que se considera menos grave. De hecho, muchas de las características de este tipo de personalidad, como las ideas de referencia, las ilusiones y el pensamiento paranoide, con formas similares pero más leves del comportamiento observado entre la gente con esquizofrenia.
Sin embargo, puede que no todas las modalidades o subtipos de trastorno esquizotípico estén tan claramente relacionadas con la esquizofrenia, especialmente cuando se caracteriza sobre todo por excentricidades cognitivas, perceptivas y de comportamiento.
Es por esto que, aunque se ha demostrado que existe una relación con las esquizofrenia, todavía falta aclarar si este trastorno de personalidad representa una variedad de esquizofrenia.
Tratamiento del trastorno esquizotípico de la personalidad
Teniendo en cuenta la relación que se plantea de este trastorno con la esquizofrenia, lo habitual es que los tratamientos médicos sean similares al de ésta; de ahí que se utilicen antipsicóticos.
Sin embargo desde el punto de vista psicológico, son diversos los investigadores que han planteado diversas intervenciones. No obstante, la terapia cognitivo conductual, es una tratamiento adecuado que va dirigido a enseñar habilidades sociales para ayudarles a reducir el aislamiento y desconfianza de las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad.
La intervención por tanto, se centra en diferentes objetivos. Por un lado, se dirige a identificar las distorsiones cognitivas y ayudar al paciente a desafiarlas. Es decir, se trata de reducir la distancia entre lo que la persona se imagina, lo que intuye y lo que supone de una situación u objetivo y verificar si es verdad. De este modo, el paciente aprende, por un lado, a reconocer cuando distorsiona la realidad; y, por otro, a mantenerse centrado en el aquí y el ahora.
Otro objetivo primordial del tratamiento es aumentar la autoeficacia e intentar reducir la agresividad para que logre una mejor acogida que favorezca la interacción. Se enseñan a la persona habilidades sociales y modelado de conducta y de la expresión. De esta manera puede lograr una mayor adaptación al entorno y facilita es establecimiento, manejo y mantenimiento de interacciones sociales.
Si quieres conocer más información del trastorno esquizotípico de la personalidad y su tratamiento no dudes en ponerte en contacto con ACM Psicólogos.
Escrito por: Blanca Fernández
Psicóloga sanitaria en ACM Psicólogos