Efectos de la terapia psicológica en niños con síndrome de Asperger
Ni son más ni menos inteligentes que otros niños ni tampoco rechazan el contacto social. Los niños con síndrome de Asperger tienen esencialmente dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.
Básicamente, lo que ocurre es que estos niños tienen problemas para socializar, comunicarse e interactuar con los demás. Muchas veces se frustran al intentar hacer amigos y por eso parece que no quieren relacionarse, cuando lo que realmente ocurre es que no entienden las bromas, los dobles sentidos o las metáforas que pueden suceder durante una conversación normal.
En cambio, son niños extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, fechas, épocas, etc.) y muchos sobresalen en matemáticas y ciencia. Por eso, en el caso de que el niño esté afectado levemente y no sea diagnosticado, simplemente parece que es un niño raro o excéntrico.
El diagnóstico del síndrome de Asperger permite enfocar a las familias en la consecución de las técnicas necesarias para que el niño pueda adaptarse a las dificultades propias del trastorno: problemas a la hora de interacción social, frustración, rigidez.
De ahí la necesidad de detectar y diagnosticar este problema cuanto antes, así como de que la sociedad sepa entender y comprender a estos niños sin generar prejuicios.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger pertenece a los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), que a su vez se engloban dentro de los trastornos del neurodesarrollo. Concretamente, el síndrome de Asperger tiene que ver con los problemas de origen neurobiológico para la comunicación e interacción social, además de la presencia de patrones restringidos y repetitivos de la conducta.
Cada caso es un mundo, y cada niño o persona con síndrome de Asperger tiene particularidades diferentes, aunque básicamente reúnen una serie de características esenciales:
¿Cómo se comunica la persona con síndrome de Asperger?
Puede hablar durante mucho tiempo de aquellos temas que son de su interés, pero tiene dificultad para saber cuándo terminar la conversación.
Le cuesta elegir temas generales o tener una conversación estándar con otras personas.
Tiene dificultad en la comprensión y manejo de los aspectos verbales (interpretar significados no literales del lenguaje, ya que tienden a ser muy literales) y no verbales (contacto ocular, gestos, postura corporal, etcétera) de la comunicación; así como en la comprensión de situaciones sociales, manejo de situaciones interpersonales o resolución de conflictos.
Su expresión verbal es correcta, pero muchas veces hacen un uso muy formal que puede resultar en ocasiones pedante.
¿Cómo se relaciona?
En ocasiones puede que su comportamiento no sea el adecuado, ya que les cuesta comprender y reconocer las reglas sociales no escritas y además no son hábiles a la hora de comunicar sus frustraciones y ansiedades.
Tienden a aislarse porque no saben exactamente cómo relacionarse con los demás.
Les cuesta reconocer y saber expresar sus sentimientos y emociones, por eso parece que no tienen en cuenta a los demás o que reaccionan de manera inadecuada.
Para la persona con síndrome de Asperger es complicado manejarse en situaciones en las que tiene que interactuar con muchas personas a la vez.
¿Cuál es el comportamiento de una persona con síndrome de Asperger?
Presenta patrones restringidos estereotipados y repetitivos de interés y conductas que hacen que para la persona sea difícil adaptarse a las demandas del ambiente en continuo cambio.
Son fieles a las rutinas muchas veces rígidas y repetitivas, ya que les proporcionan seguridad y pautas concretas de actuación. Esto hace que se limite su comportamiento dificultando la adaptación a cambios situaciones novedosas o poco previsibles.
Suelen ser bastante sensibles a algunos estímulos ambientales que pueden resultarles molestos o dolorosos (ruidos, luces, olores, etc.)
Cuáles son los síntomas del síndrome de Asperger
A la hora de detectar los síntomas del síndrome de Asperger, debemos atender a los siguientes síntomas:
Interacciones sociales mínimas o inadecuadas.
Lenguaje repetitivo y sencillo.
Falta de sentido común sobre todo con las normas sociales.
Problemas tanto para leer como escribir y realizar cálculos.
Obsesión por temas complejos y abstractos.
Conversaciones centradas en sí mismo y repetitivas casi siempre el mismo tipo de conversación.
Capacidades cognitivas no verbales normales o por debajo de la media capacidad cognitiva verbal normal o superior.
Movimientos convulsivos y extraños.
Comportamiento y gestos no normales.
Problemas para prestar atención y organizarse.
También hay que dejar claro que, a diferencia de los niños con autismo, en el caso de los niños con Asperger no existe ningún tipo de retraso en el desarrollo del lenguaje.
Cuáles son las causas de este síndrome
Los investigadores y expertos aún no saben exactamente cuáles son las causas de dicho síndrome, pero sospechan que se trata de determinadas anomalías en el cerebro (visualizadas a través de técnicas de diagnóstico por imágenes en las que se ha comprobado diferencias estructurales y funcionales). También se estima entre las causas relacionadas con la aparición del síndrome de Asperger esté la genética.
¿Cómo podemos ayudar al niño con síndrome Asperger en ACM Psicólogos?
Para poder ayudar de la mejor manera posible a cada niño necesitamos de un trabajo multidisciplinar. No existe un tratamiento tipo, ya que cada persona puede desarrollar dicho síndrome de una manera diferente.
En ACM Psicólogos, mediante la terapia cognitivo conductual, podemos ayudar a controlar ciertos comportamientos impulsivos, mejorar su organización y establecer rutinas sanas sin obsesiones. En definitiva, podemos ayudar a mejorar su calidad de vida.
También podemos facilitar los apoyos necesarios para que estos niños puedan aprovechar todas sus capacidades. Es necesario empoderar a estos niños y hacerles ver que son importantes y tienen mucho que aportar a la sociedad para así conseguir su inclusión real. Además, podemos entrenar sus habilidades sociales para mejorar su relación con los demás niños, así como estrategias de educación emocional que le ayudarán a identificar cuándo se está frustrando y qué puede hacer para evitar estas situaciones.
