¿Te han contado que alguna vez hablas, te levantas de la cama e incluso caminas mientras estás dormido? Si, te cuentan todo esto, pero no recuerdas nada al día siguiente, posiblemente estamos hablando de sonambulismo.
En este artículo de ACM Psicólogos queremos explicarte de qué se trata y cómo podemos evitar episodios de este trastorno del sueño benigno que suele suceder en niños.
¿Qué es el sonambulismo?
El sonambulismo está clasificado dentro de lo que se conoce como parasomnias, es decir, conducta o experiencia no deseada durante el sueño. Este trastorno del sueño consiste en episodios repetidos de comportamientos motores complejos en los que la persona sonámbula se levanta de la cama y comienza a andar durante el sueño.
Los episodios suceden durante las fases de sueño lento, por lo que suelen aparecer en el primer tercio de la noche. Pueden ser muy breves, de apenas unos segundos o minutos, aunque también pueden durar hasta 30 minutos o más.
Durante un episodio de sonambulismo la persona puede caminar dormida, ejecutar actividades como mover muebles, ir al baño, vestirse e incluso salir a la calle. Normalmente, la persona sonámbula suele regresar a la cama, aunque en algunas ocasiones pueden quedarse dormidos en lugares inusuales, como una bañera o el suelo.
El sonambulismo no siempre es motivo de consulta médica, pero sí que es aconsejable acudir a una unidad del sueño cuando tras la infancia y adolescencia aún persisten los episodios o también cuando aparecen en adultos que no habían tenido antes ningún episodio.
Principales síntomas del sonambulismo
- Lo más típico es que el sonámbulo se levante de la cama, se pasee por las habitaciones, suba y baje escaleras e, incluso, puede llegar a salir de casa.
- También es frecuente que hable dormido y diga frases inconexas y sin sentido.
- También hay ocasiones en las que la persona echa a correr o intenta escapar como si estuviese ante un peligro.
- Suele abrir los ojos durante el sueño con la mirada perdida.
- Cuando despierta, el sonámbulo puede estar confuso y desorientado.
- Normalmente el sonámbulo no recuerda el episodio ocurrido al día siguiente o, como mucho, recuerda imágenes aisladas.
Los peligros del sonambulismo
A pesar de ser un trastorno benigno, en ocasiones los síntomas y conductas que conlleva el sonambulismo pueden resultar peligrosas:
- Salir de casa para conducir un automóvil.
- Comportamientos extraños, como orinar en sitios no apropiados, salir a la calle desnudo…
- Lesionarse. Los choques o tropiezos contra la pared o el mobiliario pueden producir lesiones con frecuencia e, incluso, puede lesionar a las personas con las que convive.
- Actuar de forma violenta al despertarse, ya que se encuentran en un estado de confusión.
- Mantener relaciones sexuales sin ser consciente.
Causas del sonambulismo
A día de hoy no existe una teoría unificada y basada en evidencias sólidas que explique las causas del sonambulismo.
Lo que parece que sí está confirmado es su carácter hereditario. Se ha concluido que entre un 70 y un 80% de los sonámbulos tienen familiares que han presentado algún trastorno del sueño a lo largo de su vida.
También la edad es otro factor de riesgo. El sonambulismo es mucho más frecuente en niños que en adultos y cuando aparece en edad adulta seguramente está relacionado con otras enfermedades.
Además, existen algunos factores que pueden contribuir a sufrir sonambulismo. De hecho, algunos profesionales de la salud mental indican que el sonambulismo en niños estaría asociado a la fatiga y ansiedad. También la fiebre y las interrupciones del sueño por querer ir al baño pueden contribuir a que el niño tenga un episodio de sonambulismo.
En el caso de sonambulismo en la etapa adulta podría estar asociado con el consumo de algún tipo de fármacos, así como drogas o alcohol e incluso la respiración asociada a trastornos del sueño, como las apneas, pueden favorecer el sonambulismo.
Cuándo hay que consultar a un médico
Normalmente, el sonambulismo no suele ser una causa de preocupación, ya que suelen ser episodios esporádicos que no plantean más problemas. Sin embargo, en determinadas circunstancias, sí que es recomendable acudir a un profesional del sueño, como ocurre si…
- Se producen a menudo: más de una o dos veces por semana o varias veces durante una noche.
- Alteran de forma significativa el sueño de las personas que viven en el hogar o de la persona que padece sonambulismo.
- Provocan somnolencia diurna excesiva llegando a impedir cumplir con las tareas de nuestro día a día.
- Se dan comportamientos peligrosos o lesiones en la persona que lo padece o en las personas que lo rodean.
- Cuando empiezan los episodios de sonambulismo en la edad adulta sin antes haber tenido ninguno.
¿Cómo podemos ayudarte a reducir los episodios de sonambulismo desde ACM Psicólogos?
El sonambulismo suele desaparecer por sí solo después de los 11 años de edad. Por tanto, no suele precisar de tratamiento. Basta con garantizar al niño unos períodos de descanso nocturno normales dentro de un horario fijo y observar que mantiene una correcta higiene del sueño. Con el tiempo, lo más probable es que desaparezca.
Pero en la etapa adulta, si se dan varios episodios con frecuencia, sí que es necesario acudir al médico especialista para identificar y eliminar las posibles causas o desencadenantes.
También la ayuda de un psicólogo profesional puede ayudar a tomar una serie de medidas preventivas. Si estos episodios han ocurrido tanto en la edad de la adolescencia y adulta, los psicólogos podemos recurrir a la terapia psicológica si el estrés o problemas psicológicos están relacionados con los episodios de sonambulismo. En este caso, nuestros especialistas en salud mental pueden aportar sugerencias para mejorar el sueño y enseñar a la persona sonámbula técnicas para reducir el estrés o para practicar la relajación.
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