¿Has sentido alguna vez un miedo intenso a la hora de hablar con un desconocido? ¿Tiendes a cohibirte en las relaciones sociales por miedo al qué pensarán? ¿Evitas conocer gente nueva? Si te sientes identificado con estas preguntas es posible que tengas un problema de fobia o ansiedad social.
El ser humano es un animal social, es decir, necesita del contacto y las relaciones sociales para vivir. Tanto en el pasado como en la actualidad, la pertenencia al grupo es sinónimo de supervivencia. Esto significa que, de forma innata, buscamos agradar y evitamos ser rechazados o excluidos. De este contexto nace el concepto de timidez, esa sensación de inseguridad o vergüenza que todos hemos experimentado en algún momento de la vida con mayor o menor intensidad. Sin embargo, cuando la timidez llega al extremo y la persona sufre gravemente en situaciones sociales hablamos de ansiedad social.
¿Qué es la ansiedad social?
La fobia o ansiedad social aparece cuando la persona siente un miedo intenso ante situaciones sociales por temor a ser evaluado y juzgado negativamente. Es decir, la persona teme comportarse o decir algo que al otro le pueda parecer inadecuado o ridículo. Ante este miedo, la persona con ansiedad social opta por evitar cualquier tipo de situaciones sociales.
Sin embargo, puede ocurrir que la evitación se deje de lado y la persona se exponga a la situación social. En estos casos suele aparecer una evaluación negativa de su actuación, es decir, uno siente que lo ha hecho mal. Esta sensación de fracaso retroalimenta los esquemas de creencias irracionales y mantiene la ansiedad social.
Como decíamos al principio, la timidez y fobia social son conceptos que parten de la misma base y pueden confundirse. Sin embargo, para poder hablar de ansiedad social deben cumplirse los siguientes requisitos:
- Miedo irracional y desproporcionado ante situaciones de interacción social que no plantean una amenaza real.
- La base del miedo es el temor a ser juzgado de forma negativa por los demás. La persona tiene la sensación de estar expuesto a un examen por parte de otras personas. Este miedo se hace presente a través de una serie de pensamientos distorsionados y anticipaciones de la reacción del otro.
- Cuando la ansiedad social está presente, ante situaciones sociales (reales o imaginadas) aparece una respuesta de ansiedad en su triple sistema de respuesta: síntomas cognitivos, fisiológicos y motores.
- Las situaciones sociales temidas se evitan en la medida de la posible o se busca hacerlas acompañado.
- El miedo, la ansiedad y la evitación causan graves limitaciones y deterioro en áreas importantes de la vida de la persona.
La gente con ansiedad social es capaz de interactuar perfectamente con su familia y amigos cercanos. Las situaciones sociales con estas personas son interpretadas como seguras, ya que conoce cómo van a reaccionar y actuar. Esto alivia su miedo al juicio y al rechazo, pero también fomenta su miedo al evitar conocer a gente nueva.
La ansiedad social puede aparecer de dos formas. Cuando la persona tiene miedo a una situación muy concreta (cómo hablar en público) hablamos de fobia social específica. Sin embargo, cuando el miedo aparece en una amplia gama de situaciones sociales lo conocemos como ansiedad social generalizada. Algunas de las situaciones sociales más frecuentes temidas en personas con ansiedad social son:
- Hablar o actuar en público.
- Iniciar, mantener y finalizar conversaciones.
- Unirse a una conversación ya iniciada.
- Relacionarse con el sexo preferido.
- Realizar actividades como comer, escribir, trabajar o llamar delante de otros.
- Hacer una reclamación o devolver un producto.
- Expresar y/o mantener su propia opinión.
- Concertar citas y tener que cancelar una cita con antelación.
- Hacer o rechazar peticiones.
- Interactuar con figuras de autoridad.
Tratamiento de la ansiedad social
Es importante tener en cuenta que la ansiedad social no disminuye ni desaparece con el paso del tiempo. Es un problema importante, con mucha evolución e historia de condicionamiento y que genera un gran sufrimiento.
En aquellos casos de ansiedad social específica, al existir una situación particular que genera malestar, el tratamiento es más rápido. La intervención se focalizará en la gestión de dicha situación social en concreto. Sin embargo, a pesar de que el tratamiento de la ansiedad social generalizada pueda requerir más tiempo, la eficacia es la misma en ambos casos.
El tratamiento cognitivo conductual es el tratamiento de primera elección para la ansiedad social debido a su elevada eficacia. En ACM Psicólogos, cada plan de intervención diseñado por el equipo es individual y se ajusta a la situación única de cada persona. Sin embargo, las áreas de trabajo principales en un problema de ansiedad social son las siguientes:
Reestructuración de creencias irracionales
Como decíamos, la ansiedad social esta construida sobre una base de pensamientos distorsionados y miedo que se retroalimenta. Estos pensamientos o creencias se han ido adquiriendo a lo largo de la historia de aprendizaje de la persona. Además, están en la base de cómo vemos y nos relacionamos con el mundo, los demás y con nosotros mismos. Sin embargo, estas creencias pueden estar alteradas y hacer que se vea e interprete el mundo de forma distorsionada.
En el tratamiento de la ansiedad social es fundamental trabajar con estas creencias, con el objetivo de ver otras alternativas y relacionarnos con el mundo, los demás y uno mismo de forma más adaptativa y funcional.
Gestión de la ansiedad
En la ansiedad social, la respuesta de ansiedad es la reacción emocional que aparece ante al miedo a ser juzgado. La ansiedad, como cualquier emoción, aparece y desaparece sin tener nosotros mucho control sobre ello. Sin embargo, es importante aprender a gestionar la ansiedad con el objetivo de que no sea la emoción quien termine decidiendo.
El alivio de la ansiedad está en la base de la evitación. Si aprendemos a relacionarnos y gestionar la ansiedad de otra manera, conseguiremos que la ansiedad no nos limite ni condicione la vida.
Entrenamiento en habilidades sociales
Por lo general, las personas con ansiedad social no suelen haber aprendido unas estrategias adecuadas de comunicación. En parte, esto favorece al problema y contribuye a que eviten situaciones sociales al no sentirse capaz de poder gestionarlas.
Por tanto, es importante enseñar y practicar técnicas que ayuden a la persona a relacionarse mejor con los demás. Por ejemplo, cómo iniciar y terminar una conversación, cómo recibir y hacer críticas, cómo decir que no o cómo expresar sentimientos positivos serán objetivos a trabajar.
Exposición gradual
Veíamos que una parte importante del trastorno de ansiedad social está formado por la evitación de situaciones sociales temida. Está evitación es la responsable de que el problema se mantenga a lo largo de los días, meses y años. Por tanto, una parte importante del tratamiento es cambiar la evitación por el afrontamiento activo de los miedos. Es decir, exponerse a ellos. Por supuesto, este paso se realiza de forma gradual (de menos a más) y una vez que la persona haya entrenado y dispone de recursos para gestionar la ansiedad y los pensamientos anticipatorios negativos.
Autoestima en ansiedad social
En la ansiedad social la autoestima suele verse gravemente afectada. La presencia e interferencia de las creencias distorsionadas hace que nos veamos menos valiosos o capaces. El trabajo con la autoestima es otra parte importante del tratamiento de la ansiedad social.
Si te has sentido identificado con el texto y crees que la ansiedad social está presente en tú vida, no dudes en contactar con nosotros. En ACM Psicólogos somos especialistas en trastornos de ansiedad y podemos ayudarte a superar y manejar este problema.
Escrito por Sara Jódar
Psicóloga Sanitaria en ACM Psicólogos