¿Qué es la impotencia?
La impotencia sexual masculina o disfunción eréctil es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria. Es uno de los problemas más frecuentes en los hombres. Se estima que hasta un 50% de la población general masculina puede experimentar trastornos de erección al menos de manera transitoria.
La salud sexual es actualmente un importante factor interviniente en la calidad de vida de las personas. La impotencia, a pesar de no ser un problema de salud que acarree riesgos de vida; puede traer consecuencias indeseables en la vida personal del paciente, influyendo en sus relaciones y en su autoestima. Pudiendo, incluso, llevar al paciente a la depresión.
Es importante diferenciar la impotencia de la falta de libido. En la disfunción eréctil, el hombre siente deseo sexual pero es incapaz de mantener o iniciar una erección satisfactoria. En la falta de libido, la erección no se da debido a la ausencia de interés sexual.
La prevalencia de la impotencia aumenta con la edad y con la presencia de otras enfermedades, como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas, obesidades, etc. Se estima que entre el 30% y el 40% de los hombres por encima de los 40 años presentan algún grado de disfunción eréctil.
Causas de la impotencia sexual:
Debemos tener en cuenta que existe una gran variabilidad entre las personas, y es por ello, que los factores que producen estos síntomas pueden deberse a diversos motivos:
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Causas vasculares.
Cuando el pene no puede acumular la sangre necesaria para que se dé una erección, generalmente porque no llega en suficiente cantidad. Fumar, la hipertensión arterial, la diabetes, algunas enfermedades cardiacas y aumento en los niveles de colesterol en sangre pueden provocar trastornos vasculares que dificulten la erección.
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Causas neurológicas.
Se producen cuando existen problemas en la transmisión de órdenes que el cerebro y la médula espinal envían al pene, a través de los nervios erectores.
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Causas farmacológicas.
Existen varios medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección. Entre ellos hay algunos fármacos para tratar la hipertensión, las enfermedades cardiacas y los trastornos psiquiátricos.
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Causas psicológicas.
No toda disfunción eréctil está relacionada a alguna enfermedad orgánica; de hecho los factores psicológicos son los responsables de un 90% de las impotencias. El estrés del día a día puede causar pérdida de concentración y disminución de la libido, interfiriendo en el rendimiento masculino. Problemas profesionales, financieros o matrimoniales son las causas más comunes.
El papel de la ansiedad:
Además del estrés cotidiano, la ansiedad por el acto sexual también es una causa común de la impotencia. La obligación que la sociedad impone al hombre de siempre tener que estar listo para satisfacer a la mujer, transformando una falla en algo vergonzoso, acaba por crear demasiada presión en algunas personas. La ansiedad en relación al rendimiento acaba creciendo si el hombre ya experimentó dificultades anteriormente. En algunos casos, la preocupación en tener y mantener la erección acaba por tornarse el principal foco. Todo ello hace que el acto sexual en sí quede en segundo plano. Este nerviosismo se transforma en una «bola de nieve», causando nuevos episodios de impotencia, que a su vez conllevan mayor ansiedad.
Los problemas en las relaciones interpersonales a menudo tienen una repercusión directa en el funcionamiento sexual de las parejas. Las parejas pueden sentirse rechazadas y resentidas, en particular si el hombre afectado no confía en sus propias herramientas. Puede ser difícil funcionar sexualmente cuando no hay una buena comunicación y no se expresan abiertamente las emociones
Nuestras expectativas culturales de la sexualidad masculina han obligado a muchos hombres a que se abstengan de buscar ayuda para un trastorno que puede, en la mayoría de los casos, beneficiarse y superarse mediante un tratamiento psicológico basado en terapia sexual.
Tratamiento de la impotencia sexual:
La terapia sexual ha demostrado ser el tratamiento eficaz y de elección para toda disfunción eréctil con origen psicológico.
Para diferenciar el tipo de impotencia y sus factores causantes, es preciso realizar una evaluación clínica y valorar:
- La existencia o no de este problema en otras ocasiones. Sobretodo en función de la propia exigencia de mantener relaciones coitales.
- Los casos en los que se consigue la erección. Por ejemplo, a través de masturbación; o en la fase de preámbulos con su pareja, aunque no durante la actividad coital.
- Si se tiene alguna erección espontanea durante las noches o al amanecer.
- El grado de erección (desde una ausencia total, hasta erecciones de bastante intensidad aunque no totales).
Si usted o su pareja llevan tiempo presentando algunas de estas dificultades, pónganse en contacto con psicólogos Madrid ACM llamando al 647 93 55 14 y pide cita. Nuestro equipo de profesionales especializados en terapia sexual, le ayudará a eliminar los temores y la ansiedad asociada a ellos. Esto se puede conseguir a través de ejercicios de relajación y el programa de focalización sensorial creado por Masters and Johnson. Dos de las técnicas más eficaces dentro del tratamiento de la disfunción sexual en el área psicológica. Les daremos herramientas para hacer frente a cada una de las dificultades observadas a lo largo del tratamiento. Les orientaremos hacia la superación y el éxito de estas.
Escrito por : Alba Ortiz
Psicóloga colaboradora en ACM psicólogos