¿Quieres saber qué beneficios nos aporta la práctica de deporte sobre nuestra salud mental? ¿Necesitas hacer deporte para encontrarte con fuerza necesaria para afrontar tu vida diaria?
Muchos profesionales han dedicado sus investigaciones a analizar y estudiar los efectos que tiene el deporte sobre nuestro bienestar psicológico. Se ha confirmado que el dedicar un tiempo a la práctica del deporte tiene beneficios no solo para mantenernos en forma, y fomentar nuestra salud física, sino que también es necesario para mantenernos en un equilibrio emocional, afrontar los estresores de nuestra vida diaria y promover nuestras funciones cognitivas. Algunas de las conclusiones científicas a las que se han llegado son las siguientes.
Ejercicio físico y estrés:
El ejercicio se considera un eficaz amortiguador del estrés ya que nos ayuda a reducir el impacto que pueden tener los distintos sucesos estresantes en nuestra vida. En líneas generales, una vez concluido el ejercicio físico, se produce una disminución de la activación fisiológica debido en parte al efecto de las endorfinas, que nos inducirá un efecto relajante, y hará que la ansiedad y las tensiones acumuladas durante el día disminuyan.
Además de reducir y liberar nuestra ansiedad y hacer que descansemos mejor durante la noche, el ejercicio físico también fomenta nuestros ciclos de sueño-vigilia lo que nos ayudará a descansar y desactivarnos por la noche y a empezar el día siguiente más despiertos y con unas energías renovadas.
Ejercicio físico y estado de ánimo:
La práctica de deporte reduce los síntomas depresivos y mejora el estado de ánimo ya que provoca cambios en la función de la serotonina que es el neurotransmisor más asociado a la estabilidad emocional y a la positividad de nuestro estado de ánimo.
Los estudios de Doyne (1995) encontraron que las mujeres que asistían a tratamientos psicológicos presentando síntomas depresivos, con un programa de seis semanas de terapia a partir de ejercicio físico, mejoraban sus síntomas.
Ejercicio físico y vitalidad:
El Instituto Nacional Americano de la Salud Mental indicó que, además de mejorar el estado de depresión y fomentar el bienestar emocional, también aumenta los niveles de energía en el individuo. Esto hará que éste empiece a:
- Ser más proactivo
- Construir sus propios objetivos
- Tener más entusiasmo, vitalidad y energía para trabajar en ellos y alcanzarlos.
Se ha observado que la práctica de un deporte o ejercicio físico 3 veces por semana aumenta notablemente la vitalidad. Y asimismo, el entusiasmo con que la persona afronta y vive su día a día. Por lo que aumenta también la motivación con que despeña aquellas actividades que le cuestan un esfuerzo afrontar.
Ejercicio físico y personalidad:
Se ha comprobado que la participación de una persona en un deporte o la práctica de ejercicio físico ayuda a construir una autoestima más sólida, una imagen más positiva de uno mismo y está asociado al aumento de autoestima en personas que ya disponen de un bajo autoconcepto. Esto puede deberse a que la persona que practica deporte, aparte de sentirse mejor consigo misma por esa práctica, es capaz de afrontar los distintos sucesos estresantes de una mejor manera, alterándose en menor grado y resolviendo con una mayor eficacia y fuerza sus problemas.
El deporte es un elemento protector para la aparición de trastornos de personalidad, estrés laboral o académico, ansiedad social y falta de habilidades.
También se considera un factor protector del estrés postraumático, haciendo que el suceso traumático tenga un menor impacto sobre la víctima y esta disponga de más recursos para gestionarse y regularse emocionalmente a posteriori.
Ejercicio físico y procesos cognitivos:
Los estudios llevados a cabo por la universidad de Illinois en EEUU confirmaron empíricamente que la actividad física, especialmente la aeróbica, ayuda a disminuir la degeneración neuronal.
Se ha observado que los procesos cognitivos en las personas que practican de forma regular ejercicio son mejores que las que no lo practican y son más sedentarias. Esta afirmación se ha observado y confirmado en experimentos llevados a cabo con niños en adultos y en personas mayores. En definitiva, el ejercicio ayuda a promover el buen desarrollo de las funciones cerebrales.
Desde el equipo de psicólogos de ACM psicólogos recomendamos:
El uso del ejercicio físico como un recurso adjunto a una intervención psicológica ayuda a:
- Potenciar los cambios en el paciente
- Fomentar su motivación y entusiasmo para superarse a sí mismo
- Y mejora su calidad de vida
Algunos ejemplos en los que se puede usar y en los que se ha confirmado su efectividad son: tratamiento de la depresión o síntomas depresivos, personas con trastornos de ansiedad, intervención de la obesidad, tratamiento en adicciones, síndrome de la fatiga crónica y dolor crónico.
El Comité Conjunto sobre Actividad Física para la Salud de la OMS y la Federación Interenacional de Medicina Deportiva (1995) elaboraron unas recomendaciones sobre la práctica de ejercicio físico que se aceptan como guía de forma universal. A continuación presentamos una síntesis de las mismas:
- El ejercicio más saludable es el ejercicio aeróbico. Éste conlleva un incremento importante del consumo de oxígeno a lo largo de un período extenso de tiempo. Este ejercicio es el que se realiza cuando se corre, se nada, etc.
- Para que el ejercicio aeróbico sea beneficioso se requiere que la frecuencia cardiaca se eleve por encima de 12 minutos. Es mucho mejor si se sitúa entre 15 y 30 minutos. Además, ha de realizarse entre tres y cinco veces por semana.
- Un adulto debería realizar 30 minutos de actividad moderada (caminar), preferentemente todos los días de la semana. O al menos 20 minutos de actividad elevada (correr, nadar) 3 días a la semana.
- Para una persona sedentaria, cualquier aumento de ejercicio físico aunque sea inferior a lo anteriormente expuesto, resulta beneficioso. Ya que realizar paseos cortos se considera recomendable tanto para la salud física como para la psicológica.
Desde el equipo de ACM psicólogos Madrid os detallamos algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de hacer deporte a largo plazo:
- El apoyo social es un predictor importante de la realización de ejercicio. Por lo que hacerlo con otras personas y/o recibir el apoyo de personas significativas nos ayudará a continuar participando.
- Las personas más predispuestas a realizar ejercicio tienen actitudes positivas hacia la actividad física. Se consideran responsables de su salud y suelen provenir de familias que realizan ejercicio.
- En numerosos experimentos se ha confirmado que las personas fumadoras, las que se consideran poco saludables y las personas con baja autoeficacia muestran una mayor probabilidad de abandono.
- Las razones más citadas para no adherirse a los programas de actividad física son… La falta de tiempo y la dificultad de acceso a instalaciones deportivas.
- Se ha confirmado que la práctica de ejercicio a largo plazo está determinada por el hábito de realizarlo. Además, es mucho más probable que lo continúen realizando las personas que lo llevan practicando entre 3 y 6 meses.
Escrito por: Anna Cadafalch
Directora de ACM psicólogos