¿Tienes miedo a estar en casa solo? ¿Te generan ansiedad ciertos objetos de una casa o determinadas estancias? Entonces es posible que sufras domatofobia, es decir, miedo irracional y excesivo a las casas.

Si percibes que las casas son lugares peligrosos e inseguros y esto te está provocando problemas e interfiriendo en el desarrollo del día a día, conviene tratar este tipo de fobia. Al fin y al cabo, no es fácil poder eludir el estímulo que provoca la domatofobia, ya que evitar acceder o estar en casa es sin duda un gran problema.

En este artículo de ACM Psicólogos vamos a explicarte en qué consiste la domatofobia, cómo detectarla y cómo podemos ayudarte a superarla.

Miedo a las casas

¿Qué es la domatofobia?

Como hemos indicado, la domatofobia es el miedo irracional a las casas. Se trata de un temor que limita enormemente la vida de quien lo padece porque la persona no es capaz de quedarse sola e incluso acceder a la casa o edificio.

La domatofobia es bastante más común de lo que pensamos. De hecho, este tema sigue siendo muy recurrente en las películas de terror. Los crujidos del suelo o el chirrido de una puerta son motivos más que suficientes para que la persona que sufre domatofobia comience a sentir ansiedad y pánico, más aún si se imaginan cuestiones siniestras.

Esta fobia tiene cierta relación con otras más conocidas, como es el caso de la claustrofobia, que es el miedo a quedarse encerrado en un espacio. Pero también hay otras fobias no tan conocidas con las que se tiende a confundir la domatofobia, y que debemos diferenciar:

  • Oicofobia, que es un temor irracional a todo lo relacionado con el hogar.
  • Nostofobia, que sucede cuando odias llegar a casa.

Normalmente, estos tipos de fobia no aparecen de forma aislada, sino que suelen ir combinadas unas con otras. Se trata de costumbres y comportamientos que empiezan a cambiar hasta llegar a un punto en el que perdemos el control.

Cómo surge el miedo a las casas

El miedo irracional a las casas puede deberse a experiencias vividas en la niñez que han supuesto un trauma para la persona. Así, una mala experiencia dentro de la casa (un robo, un incendio, el fallecimiento de alguien, …) pueden marcar a la persona para el resto de su vida.

También la domatofobia puede deberse al entorno durante la niñez o adolescencia. Así, si alguno de los padres sufre temores y fobias, es muy probable que el hijo también desarrolle dicha fobia.

Al principio, es posible que la persona sienta ansiedad, pero no sepa el motivo. Después, la persona podrá asociar ese malestar que siente con una casa en concreto, por lo que comenzará a evitarla. Finalmente, ese miedo puede seguir extendiéndose hasta que la persona sienta temor a todas las casas, provocando desequilibrios y problemas para seguir viviendo con normalidad.

Características del miedo a las casas

Si crees que sufres domatofobia, entonces podrás reconocer estos síntomas que aparecen cuando accedes a las casas o a una casa en concreto:

– Sensaciones fisiológicas intensas y desagradables

La persona, ante la idea de entrar o quedarse sola en la casa, comienza a sentir unas sensaciones fisiológicas muy desagradables que están asociadas a la ansiedad que aparece de repente y sin avisar. Algunas de estas sensaciones son: taquicardia, sudoración, sensación de falta de aire o ahogo, sensación de mareo y vértigo, náuseas, visión borrosa, etc.

-Evitaciones

Puesto que la causa del malestar es la casa, la persona tratará de evitar estar en ella o visitarla, lo cual, como es lógico, puede producir una serie de problemas en las relaciones sociales y familiares.

-Conductas defensivas o de seguridad

Cuando la persona no sabe cómo controlar ese miedo irracional, suele realizar conductas defensivas para tratar de reducir las reacciones somáticas. Este es el caso de necesitar estar acompañado para entrar o estar en la casa. Esto sucede porque la persona, al verse acompañada, siente que cuenta con una ayuda de alguien, en caso de que le pase algo malo. Por tanto, se siente protegido y esto mejora sus síntomas, pero no elimina la domatofobia.

También aumenta la sensación de seguridad el hecho de llevar consigo símbolos religiosos, el teléfono móvil cargado, mantenerse cerca de la puerta para entrar o salir en cualquier momento.

-Baja autoestima

La domatofobia puede dar lugar a otros problemas como la baja autoestima. Puesto que la persona no se ve capaz de hacer algo tan sencillo como entrar en casa y tiende a estar acompañado para sentirse mejor, esto genera una fuerte sensación de dependencia y poca confianza en uno mismo.

superar fobias

Cómo tratar la domatofobia

El tratamiento para el trastorno de la domatofobia que ha demostrado ser más eficaz es la terapia cognitivo conductual. Este tratamiento desarrollado por psicólogos profesionales tiene como objetivo principal que la persona aprenda a gestionar la ansiedad y obtenga las herramientas necesarias para poder enfrentarse a aquello que le genera miedo.

Con la terapia cognitivo conductual se trabajan varios aspectos. Los principales y más comunes son:

  1. Se trata de obtener la mayor información posible para conocer un poco más la situación que se debe afrontar, qué pasos hay que dar, cuáles son los riesgos reales… Todo esto ayuda a que la persona pueda calmarse y familiarizarse con la situación sin tanta incertidumbre.
  2. Técnicas de respiración y relajación. Es importante aprender técnicas y herramientas que permitan saber manejar las sensaciones tan intensas y desagradables de la ansiedad.
  3. Exposición progresiva. Consiste en enfrentarse a las situaciones evitadas (entrar en la casa o permanecer solo en la casa) de forma progresiva y gradual, intentando reducir las conductas de seguridad asociadas.

Con la terapia EMDR

En caso de que domatofobia se deba a un trauma o una situación traumática vivida, en ACM Psicólogos también podemos utilizar la terapia EMDR para resolver el trauma causante de la fobia. Se trata una técnica que ayuda a procesar esa experiencia que se revive una y otra vez y que tanto dolor causa. Cuando se consigue procesar esa experiencia, el cerebro la coloca en la memoria para que no se reviva el momento con tanta intensidad.

Si te sientes identificado con la sintomatología de la domatofobia y crees que podrías tener este problema, te recomendamos ponerte en contacto con psicólogos profesionales. En ACM Psicólogos contamos con profesionales experimentados en el tratamiento de la domatofobia y otras fobias similares.

Contacta con nosotros e infórmate de cómo, con la terapia psicológica, podrás superar tu miedo a las casas y controlar la ansiedad que te causa.

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