Si te preocupas en exceso por algún defecto corporal que los demás apenas advierten, si te angustias y tienes miedo a ser rechazado, y eres consciente de que las preocupaciones por la imperfección física te ocupan mucho tiempo diario, es posible que sufras dismorfia corporal.
En este artículo de ACM Psicólogos, vamos a tratar de explicar qué es la dismorfia corporal, a qué se debe, cuáles son sus síntomas y qué podemos hacer para tratar de superar este trastorno obsesivo-compulsivo.
¿Qué es la dismorfia corporal?
¿Quién no se siente disconforme con alguna parte de su cuerpo? La mayoría de nosotros tenemos inseguridades sobre nuestro aspecto, alguna parte que no nos gusta y que quizás nos gustaría cambiar o “retocar”. Esto es algo muy común y, por supuesto, no es patológico.
El problema está cuando la persona hace una valoración distorsionada de la realidad objetiva. Es decir, la persona puede que creer, por ejemplo, que sus dientes siguen amarillos después de realizarse tratamientos para blanquearlos, pero si los demás e incluso el propio dentista dicen que ya están muy blancos y no es posible blanquearlos más, ¿por qué esa persona sigue viendo que sus dientes están amarillos? ¿Por qué no se queda conforme y siempre encuentre pegas y problemas a su aspecto?
Precisamente esto es lo que se conoce como trastornos dismórfico corporal y, como decimos, es un tipo de trastorno obsesivo compulsivo que se caracteriza por una distorsión cognitiva respecto a la apariencia física. La persona con dismorfia piensa excesivamente en uno o más defectos relacionados con la apariencia. Normalmente se trata de un defecto menor que ni siquiera puede ser apreciado por los demás, pero que a la persona le hace sentirse avergonzada y ansiosa, repercutiendo en su vida social y cotidiana.
Esta obsesión comienza habitualmente en la adolescencia, pero puede volverse crónico, por lo que encontramos a personas de diferentes edades con este trastorno. Habitualmente, las zonas del cuerpo que son más comunes y frecuentes en este tipo de obsesiones son: rostro, tono muscular, tamaño del pecho, cabello, piel, etc.
Síntomas del trastorno dismórfico corporal
Los síntomas de la dismorfia corporal pueden variar en intensidad, pero algunos de los más comunes incluyen:
- Obsesión con los defectos percibidos: La persona con dismorfia corporal se siente angustiada y excesivamente preocupada por su apariencia y dedica muchas horas al día a examinar y tratar de corregir sus supuestos defectos físicos.
- Comportamientos repetitivos, como mirarse constantemente al espejo, asearse en exceso.
- Evitación social: Puesto que no quiere exponer sus supuestos defectos, la persona siente la necesidad de evitar situaciones sociales.
- Comparación constante: Constantemente la persona afectada se compara con otros, buscando pruebas de que es menos atractiva o menos aceptable que los demás.
- Búsqueda de validación: La persona con dismorfia busca repetidamente la aprobación y confirmación de que sus preocupaciones son infundadas.
- Ansiedad y depresión: La dismorfia corporal a menudo conduce a la ansiedad y la depresión, afectando significativamente a la calidad de vida de quienes la padecen.
Causas de la dismorfia corporal
¿Por qué algunas personas se obsesionan tanto con su apariencia física, mientras que otras la aceptan? La respuesta reside en la mente de la persona que puede estar influenciada por diversos factores:
Presión social y de los medios de comunicación
Los medios de comunicación y sobre todo las redes sociales, que utilizan imágenes retocadas y con filtros, muestran estándares de belleza poco realistas. La exposición constante a imágenes de cuerpos “perfectos” puede influir en la percepción de uno mismo. Las comparaciones con estas imágenes idealizadas pueden llevar a una insatisfacción crónica y a la creencia de que uno no cumple con esos estándares irreales.
Presión del entorno, amigos y familiares
El entorno social, incluidos amigos y familiares, puede ejercer una presión significativa en la persona que padece dismorfia corporal. Comentarios críticos o burlas sobre la apariencia física pueden tener un impacto en la autoimagen. Además, la necesidad de encajar o complacer a los demás también puede llevar a una búsqueda constante de fallos en la propia apariencia.
Perfeccionismo
El perfeccionismo, y el deseo de conseguir estándares inalcanzables de perfección, es también una causa frecuente de la dismorfia corporal. Las personas perfeccionistas tienden a fijarse en los detalles y a sentir que cualquier imperfección es inaceptable. Esto puede llevar a una preocupación obsesiva por defectos físicos, incluso cuando estos son mínimos o inexistentes.
Baja Autoestima
La baja autoestima es una base común sobre la cual se asienta la preocupación excesiva por los defectos físicos. Las personas con baja autoestima a menudo tienen dificultades para aceptarse y valorarse a sí mismas. Esta falta de autoestima puede amplificar la percepción de imperfección y llevar a una preocupación incontrolable por la apariencia física.
Consecuencias de la preocupación excesiva por los defectos físicos
La dismorfia corporal puede tener graves consecuencias en la vida de quienes la padecen. Algunas de estas consecuencias son:
- Aislamiento social: La evitación de situaciones sociales puede llevar al aislamiento y la soledad. Es posible que la persona no quiera salir en fotos, o estar en lugares donde pueda ser vista…
- Actitudes compensatorias: ejercicio excesivo, una alimentación dañina, tratamientos de belleza o cirugía, etc.
- Sufrimiento emocional: La ansiedad y la depresión relacionadas con la dismorfia corporal pueden causar un sufrimiento emocional significativo.
- Complicaciones en la salud física: En algunos casos, las preocupaciones obsesivas pueden llevar a procedimientos médicos innecesarios y peligrosos o a trastornos de la alimentación.
Atención profesional para acabar con la dismorfia corporal
El tratamiento psicológico es esencial para las personas que padecen dismorfia corporal. Con el apoyo adecuado y la intervención psicológica, quienes padecen este trastorno pueden aprender a enfrentarse a sus miedos y recuperar una calidad de vida saludable y satisfactoria. La comprensión y la empatía son esenciales para ayudar a quienes enfrentan esta lucha invisible contra la percepción distorsionada del cuerpo.
Con la terapia psicológica cognitivo-conductual que ponemos en marcha en ACM Psicólogos podemos identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos. La terapia no solo aborda los síntomas visibles del trastorno, sino que también trabaja para fortalecer la autoestima y desarrollar una imagen corporal más saludable y realista.
Contacta con nosotros y pide ahora tu primera cita en nuestra clínica de psicología en el centro de Madrid. Con el tratamiento adecuado, podemos abordar las causas subyacentes de la dismorfia corporal, para ayudar a la persona a liberarse de la lucha constante por la perfección y encontrar una mayor aceptación de sí misma.