La depresión es un estado mental totalmente habitual. De hecho, es la causa más frecuente de sufrimiento mental. Su principal característica es la tristeza profunda y continuada acompañada de otros síntomas que afectan e interfieren en la vida cotidiana provocando cambios en nuestro modo de pensar y de sentir. Pero, ¿sabías que dependiendo de las causas podemos hablar de depresión endógena o de depresión exógena?

En este nuevo artículo de ACM Psicólogos, queremos explicarte en qué consiste la depresión exógena, cuáles son sus síntomas y posibles tratamientos.

¿Qué es la depresión?

La depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo que afecta física y mentalmente. Se trata de una enfermedad grave que hace que la persona con depresión tenga dificultades a la hora de experimentar sensaciones de bienestar y motivación, lo cual puede hacer que se aislé de los demás, se deterioren sus interacciones sociales o empeore su rendimiento académico y laboral. Además, puede provocar trastornos del sueño, cambios en la alimentación, y falta de motivación y de interés en general.

Causas de la depresión exógena

¿Qué es la depresión exógena?

Dependiendo de cuáles sean las causas de la depresión, podemos hablar de depresión exógena o endógena.

La depresión exógena

La depresión exógena se produce por un motivo externo, es decir, por una situación o una cadena de eventos relacionados con el modo en el que la persona se relaciona con su entorno. Tal es el caso de una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, la pérdida de trabajo, etc. Este tipo de depresión exógena ocurre en personas que normalmente no tienen predisposición a la depresión, pero que, debido a este tipo de acontecimientos externos o situaciones traumáticas, comienzan a verse afectados por esta enfermedad.

La depresión exógena suele ser pasajera, ya que poco a poco la persona va aceptando la situación y se suele superar.

La depresión endógena

La depresión endógena es la depresión interna, es decir, aquella que se produce por casusas biológicas. Se trata de una predisposición genética y heredada a padecer depresión. Es una depresión que puede ocurrir sin una causa aparente, es decir, puede aparecer sin que haya ningún acontecimiento crítico o situación difícil que provoque tal respuesta.

La depresión endógena, tiene que ver con una mayor tendencia a la segregación de serotonina por parte del cerebro, con sin causa externa que lo justifique.

Es por eso que este tipo de depresión suele ser grave y recurrente, ya que suelen darse recaídas a lo largo de la vida. En este tipo de depresión endógena, es muy importante acudir a un especialista que para desarrollar un tratamiento adecuado.

A pesar de las diferencias entre la depresión exógena y la depresión endógena, en ambos casos estamos hablando de una enfermedad grave, que puede causar mucho sufrimiento y que requiere la atención de un psicólogo especializado y experimentado.

Síntomas de la depresión exógena

Causas de la depresión exógena

Las causas que pueden provocar la aparición de depresión exógena, pueden ser puntuales o puede ser continuadas en el tiempo. Estas son las causas más comunes que pueden desencadenar una depresión exógena:

Acontecimientos traumáticos.

La depresión exógena puede ser causada por experiencias traumáticas, normalmente puntuales o de pocos días de duración, que van siendo recordadas en forma de flashbacks.

Duelo

La muerte o la enfermedad de un ser querido genera un estado mental asociado a los problemas de ansiedad. En ocasiones, este duelo puede derivar en depresión exógena a causa del bucle de pensamientos negativos y de ideas vinculadas a la muerte.

Divorcios y separaciones

Se trata de otro tipo de duelos, en este caso producidos por la separación de una persona querida e importante. En estos casos, la pérdida de la persona a la que sea ama o a la que una vez se amó, así como el estilo y ritmo de vida, pueden también desembocar en una depresión.

Situación de pobreza

Un despido, el desempleo y los consiguientes problemas para subsistir por medios propios suponen un impacto psicológico profundo que afecta a la autoestima y a las expectativas de vida.

Problemas de autoestima

La aparición de una cicatriz muy visible, un proceso acelerado de envejecimiento, la alopecia y ciertas enfermedades sobre todo de la piel pueden hacer que, de forma brusca, algunas personas se sientan muy mal consigo mismas, desarrollando falta de autoestima que puede llevar a un estado depresivo.

Síntomas de depresión exógena

Independientemente de las causas o de si es o no es una depresión exógena, la depresión tiene una serie de síntomas esenciales que nos ayudan a identificarla:

  • Tristeza que perdura en el tiempo. Sentir tristeza es algo totalmente natural cuando hemos sufrido una pérdida, no es algo problemático. Pero cuando la tristeza no se rebaja y se mantiene en el tiempo, entonces este sería el principal síntoma de la depresión, pero también es necesario que se den otros síntomas para confirmar el diagnóstico.
  • Falta de iniciativa y de motivación (abulia). La abulia es otro de los síntomas más característico de la depresión. Se trata de la falta de motivación que hace que las personas con depresión exógena y endógena no puedan realizar las tareas más básicas, como mantener la higiene personal, salir a la calle, reunirse con amigos o familiares.
  • Falta de placer (Anhedonia). La anhedonia es la experimentación del placer limitada o, incluso, la incapacidad para experimentar placer. Se trata de otro de los efectos más habituales de la depresión exógena.
  • Problemas de sueño. Las alteraciones del sueño es uno de los primeros síntomas de aparición de la depresión. Pero además, desencadenan otras muchas complicaciones vinculadas con la falta de descanso y el aumento del estrés.
  • Aparición de ideas acera del suicidio. Las ideas relacionadas con la muerte y el suicidio también suelen ser relativamente frecuentes en las personas con depresión exógena.

Tratamiento de la depresión exógena

Tratamiento de la depresión exógena en Madrid

Si te identificas con estos síntomas, sientes que nada te hace feliz, ya no disfrutas haciendo las actividades que tanto te gustaban y tienes episodios en los que no eres capaz de dejar de llorar, podrías estar adentrándote en una depresión. Es importante atajar este problema antes de que la depresión sea más profunda y grave.

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