Puede que no seas consciente, pero si sientes estrés, tus jornadas laborales se han vuelto interminables, no eres capaz de desconectar del trabajo, notas que tu físico se ha deteriorado y te sientes aislado, quizás estés sufriendo una crisis psicológica por teletrabajo y COVID. Esta situación es cada vez más común entre las personas que se han visto abocadas a continuar su labor profesional en casa.
El teletrabajo no era lo que pensábamos
Antes del coronavirus, la idea de teletrabajar nos parecía algo muy atractivo.
Lo veíamos como una oportunidad para conciliar con la vida familiar, ahorrar tiempo y coste en los desplazamientos, disponer de más tiempo libre y, en definitiva, tener una mejor calidad de vida.
Pero esta situación idílica se convirtió, debido a la aparición del COVID, en una etapa muy dura en la que tuvimos que adaptarnos en tiempo récord a trabajar en casa, compartiendo tiempo y espacio con la pareja, los hijos, los deberes… Realmente fue una etapa muy exigente que, a día de hoy, sigue pasándonos factura psicológica porque la vuelta del verano y de las vacaciones no ha traído consigo ninguna estimulación positiva.
Sin compañeros, sin descansos en los que poder socializar y con tanta incertidumbre, ¿a quién le apetece trabajar?
Crisis psicológica por teletrabajo y COVID, ¿tú también la sientes?
Seguro que a ti también te pasa. Se han roto los horarios. Ahora trabajas de sol a sol y mezclas tu espacio de trabajo con tu espacio privado. Respondes a los correos a cualquier hora del día o de la noche y no eres capaz de desconectar.
Además, te sientes solo, sin el apoyo de tus compañeros, sin descansos de calidad en los que poder charlar tomando un café. Puede incluso que no dispongas en casa del lugar adecuado para teletrabajar y te cueste concentrarte.
Con tantas horas en casa, apenas vemos la luz del sol, salimos menos, hacemos menos ejercicio, no socializamos, no hacemos descansos de calidad, nos arreglamos menos. Como consecuencia de todo ello tenemos menos ganas de trabajar, estamos más bloqueados, con falta de concentración y mucha apatía, tristeza y anedonia, que es la incapacidad de disfrutar de aquellas cosas que antes sí eran placenteras.
En definitiva, si tú también sientes todos estos síntomas de ansiedad y depresión es porque estás atravesando una crisis psicológica por teletrabajo y COVID, algo muy normal y habitual en estos momentos.
Cómo mitigar la crisis psicológica por teletrabajo y COVID
Existen diferentes pautas que pueden ayudarte a mitigar esa ansiedad que sientes para que puedas acoplarte a tu nueva rutina de trabajo encontrando estímulos positivos que compensen el sacrificio de estar encerrado en casa teletrabajando.
1-Establece un horario
Intenta reproducir un horario similar al que sería el trabajo presencial. Si es posible, procura realizar una jornada intensiva. En casa puedes tener una mayor concentración debido a la ausencia de reuniones y otros estímulos distractores con los compañeros, incluso hay menos llamadas que interrumpen tu labor. Así, si no haces descansos, puedes terminar antes tu jornada laboral y aprovechar el resto del día para realizar actividades de disfrute.
2-Planifica quedadas sociales
Puedes hacer una lista de opciones de actividades y personas con las que puedas quedar para ir a comer, salir a dar una vuelta, ir de compras, hacer deporte…, siguiendo siempre las recomendaciones sanitarias. Se trata de planificar las tardes después del trabajo para que puedas realizar actividades que te apetezcan. Este estímulo diario sirve para compensar tu esfuerzo y, a su vez, te aporta un enriquecimiento positivo.
3-Dedica tiempo a tu familia
El teletrabajo te permite conciliar mejor la vida familiar. Aprovecha esta ventaja para organizar actividades que puedas realizar con los niños, que sean seguras y que te permitan disfrutar de tiempo de calidad con tu familia. A la vez estás facilitando a tus hijos una vida normalizada, socializando en la medida de lo posible.
4-Practica deporte
Después de pasar tantas horas frente al ordenador es frecuente tener problemas con la espalda y las articulaciones. Para evitar estas patologías y combatir el sedentarismo, conviene que dediques tiempo para realizar estiramientos y ejercicio físico.
Además, el deporte es uno de los mejores aliados para la salud mental. Reduce la depresión y la ansiedad, y ayuda a liberar el estrés. También mejora la memoria y favorece el sueño nocturno, en definitiva, genera un mejor estado de ánimo.
5- Cuida tu alimentación
El estrés vivido por la crisis sanitaria del COVID nos ha hecho comer más y peor. Ahora que empezamos a hacernos analíticas, vemos que todo está alterado, suben los niveles de colesterol, de azúcar, de triglicéridos…
Para evitar todas las consecuencias de estas patologías, conviene que cuides tu alimentación, lleves una dieta adecuada, planifiques tus menús semanales para así evitar las visitas a la nevera a cada rato.
6-Prueba las técnicas de relajación y meditación
La crisis psicológica por teletrabajo puedes mitigarla practicando ejercicios sencillos de respiración, relajación y meditación. Puedes escuchar meditaciones gratuitas guiadas en Internet para hacer frente al estrés y descansar mejor por las noches.
7-Empieza un nuevo pasatiempo
Puesto que la pandemia nos obliga a permanecer más tiempo en casa, puedes intentar disfrutar de un nuevo pasatiempo. O si lo prefieres puede realizar aquellas cosas que te gustan, pero que no sueles practicar por falta de tiempo. Leer un libro, probar nuevas recetas de cocina, coser… Cualquier actividad que te relaje va a contribuir a mitigar la ansiedad, el miedo y la tristeza que puedas estar sintiendo con tu actual situación de teletrabajo.
Si a pesar de todos estos consejos, no logras reducir tu malestar ni gestionar tus emociones, puedes contar con la ayuda de un psicólogo profesional de forma presencial u online. En ACM Psicólogos podemos ayudarte a combatir la crisis psicológica por teletrabajo y coronavirus para que puedas dar sentido a esas emociones que sientes y encuentres la forma de disfrutar de tu vida con las actuales condiciones y restricciones que nos ha tocado vivir.