Tras reflexionar y acercarnos al concepto de autoestima en nuestro artículo anterior “Autoestima, ¿cómo nos valoramos?”, vamos abordar ahora qué podemos hacer para mejorar nuestra autoestima.

mejorar nuestra autoestima

¿Cómo se siente una persona con baja autoestima?

Una persona con una valoración negativa de sí misma a nivel social, laboral, personal, físico… suele sentirse insegura en alguna de éstas áreas, recela de sus propias habilidades y competencias y teme equivocarse a la hora de tomar decisiones. Suele necesitar la aprobación de los demás para ganar confianza, ya que no se fía de su propio criterio.

Del mismo modo, suele aparece un gran sentimiento de inferioridad a la hora de compararse y relacionarse con los demás, lo que puede ocasionar dificultades en sus relaciones interpersonales. Se encuentra constantemente ensimismada en sus pensamientos de duda y temor sobre lo que los demás piensen de ella, el temor a ser rechazada o no encajar con el grupo, a ser abandonada o ridiculizada.

Una persona en esta situación necesita trabajar para mejorar su autoestima y redirigir su conducta hacia sus áreas valiosas.

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra autoestima?

Mejorar nuestra comunicación

Es esencial poder expresar nuestras emociones y pensamientos de forma asertiva; defendiendo nuestros derechos y nuestras necesidades, sin dejarnos manipular y sin manipular a los demás.  Desarrollar la asertividad nos va a permitir sentirnos competentes y valiosos, nos va ayudar a respetarnos a nosotros mismos y a mejorar nuestras relaciones personales.

Dificultades en la comunicación pueden ocasionar sentimientos de incomprensión, desconfianza e ineficacia a la hora de relacionarnos con los demás.  Una buena competencia comunicativa va a contribuir a  mejorar nuestra autoestima.

Evitar la complaciencia

La complacencia nos permite atender a los demás y realizar acciones por el bien del otro. Sin embargo, la tendencia de solo atender las necesidades de los demás conlleva ciertos aspectos negativos para uno mismo como son olvidarnos de nuestras propias necesidades, gustos e intereses; e incluso entrar en conflicto con éstas. Puede que lo hagamos para acercarnos a los demás y conseguir su afecto; sin embargo, a la larga puede que no lo consigamos y además, nos aleja de nosotros mismos.

Aprender a hacer y recibir críticas

Para algunas personas las críticas son una de las situaciones más incomodas en las que se pueden encontrar. Quienes se sienten inseguros y con miedos viven estas situaciones con temor y peligro. Perciben la situación como si la otra persona les estuviera atacando. Para mejorar nuestra autoestima es esencial aprender a manejar este tipo de situaciones; vivirlas como una oportunidad de mejora y aprendizaje; a la vez que saber responder de forma asertiva. Igual de importante es conocer cómo realizar críticas sin dañar a la otra persona, pero permitiéndonos expresar nuestro punto de vista.

El cómo nos hablamos

En ocasiones hemos aprendido a decirnos lo mal que nos salen las cosas o lo torpes que somos al hacer algo “todo lo hago mal”, “soy una inútil”…, nos hablamos en términos valorativos. El lenguaje es un potente instrumento para construir una buena autovaloración. Dependerá de cómo lo usemos hacia nosotros mismos para que nos ayude a mejorar nuestra autoestima; o de lo contrario nos dificulte una buena percepción de nosotros mismos. De esta forma, sería mucho más positivo y amable el hablarnos en términos descriptivos, “hoy he perdido el autobús porque me ha llamado una amiga a última hora” frente a “soy un desastre y me organizo fatal el tiempo, no tengo remedio”, que refleja un modo valorativo de referirnos a nosotros mismos.

Buen manejo de las emociones

Las emociones nos dan información sobre cómo actuar sobre el entorno; sirven como una señal de aviso de que algo está pasando; nos ayudan a adaptarnos a los cambios; nos ayudan a recibir respuestas de apoyo o atención del entorno y nos preparan para la acción.

Un buen manejo de las emociones es esencial para mejorar nuestra autoestima; sentirnos valiosos y capaces; es esencial saber identificarlas, nombrarlas, aceptarlas; no luchar contra ellas y actuar en la dirección adecuada. En ocasiones esto puede ser bastante complejo y podemos necesitar ayudar para conseguirlo.

Enfrentar nuestros miedos

Cuando nos da miedo algo evitamos acercarnos a lo temido; pero esto no hace más que agrandar nuestro malestar, distorsionar nuestra objetividad, debilitar nuestra percepción de autoeficacia y bloquearnos. Sin embargo, existen formas adecuadas de enfrentarnos a ellos y superarlos, generando sensación de autoeficacia, valentía, valor y crecimiento.

Los miedos son aprendidos, y por lo tanto, podemos aprender nuevas formas de hacerles frente, superarlos y alcanzar aquello que para nosotros es valioso e importante, aumentando nuestra satisfacción y bienestar. Es decir, superar nuestros miedos nos ayuda a mejorar nuestra autoestima.

Cuidarnos

El grado de ajuste a nuestra imagen corporal y  hacia nuestra conducta de autocuidado es esencial para sentirnos bien, alegres, confiados, satisfechos y orgullosos. Es importante tener en cuenta que para sentirnos a gusto con nosotros mismos, nuestra imagen corporal no tiene porque corresponder con aquella establecida socialmente.

La forma en cómo nos relacionemos con nuestro cuerpo va a influir en como los demás nos perciban y actúen con nosotros. Sentirnos satisfechos con nuestra imagen corporal nos va a ayudar a mejorar nuestra autoestima.

Aceptarnos a nosotros mismos

Aprender a aceptarnos tal cual somos; con nuestros aspectos positivos y nuestros límites; sabiendo nuestros gustos y motivaciones; siendo conscientes de nuestros miedos y lo que significan para nosotros; es esencial para poder mantener una autoestima fuerte y una imagen personal que nos defina y nos sintamos coherentes y satisfechos. Para ello debemos:

  • Conocer nuestra propia historia
  • Ser consciente de limitaciones y errores
  • Ser consciente de miedos y deseos
  • Mostrarse ante los demás y ante nosotros mismos, tal y como somos
  • Compartir gustos e intereses con los demás
  • No juzgarnos con dureza las decisiones pasadas
  • Aprender a defender nuestros derechos y poner límites

 

Todos podemos trabajar para mejorar nuestra autoestima de forma que nos permita y nos ayude a afrontar las situaciones de nuestro día a día. No es una tarea sencilla y en ocasiones puede que necesitemos ayuda, pero siempre será un proceso de aprendizaje satisfactorio y beneficioso, del cual salir fortalecidos. En ACMpsicólgos podemos ayudarte en este proceso de construir una percepción de ti mismo mucho más fuerte y valiosa.

Escrito por Patricia Palacios

Psicóloga Sanitaria en ACM psicólogos

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