Qué ocurre cuando tenemos una ilusión, una necesidad o un deseo y no logramos satisfacerlo? Pues, dependiendo de la persona, la respuesta será diferente. Hay quienes tienen una alta tolerancia a la frustración y aceptan la situación; y hay quienes se enfadan, se entristecen o se angustian. Y, lo que es peor, aumenta su nivel de estrés lo cual retroalimenta la frustración.
El nivel de tolerancia a la frustración es en parte innato en cada persona, pero también podemos aprender con los años a manejar la frustración. Es por eso que la misma persona que de niño se enfadaba e irritaba por todo lo que no conseguía, a medida que crece, puede ir conteniendo esas respuestas y lidiar con las emociones que siente.
En este artículo de ACM Psicólogos queremos explicarte cómo podemos aumentar la tolerancia a la frustración tanto nosotros mismos como de nuestros hijos.
¿Qué provoca la frustración?
Como hemos adelantado, la frustración es un sentimiento que se produce cuando la persona no consigue sus metas o deseos y reacciona de forma adversa. Esa respuesta indebida puede deberse a:
- El carácter de cada persona. Hay personas más o menos tolerantes a la frustración. Es algo que depende de nuestro carácter desde que somos bebés.
- El entorno social. En una sociedad marcada por el consumismo y la inmediatez, el hecho de no poder alcanzar todos los deseos y satisfacciones que la sociedad nos muestra como ideales, hace que aumente el nivel de frustración.
- El estrés. Es más común sentir frustración cuando la persona tiene más estrés, tanto laboral como personal.
- Sensación de fracaso. Cuando la persona siente que ha fallado porque no ha logrado su meta, que es lo único que le importa, aparece la angustia y el estrés que a su vez aumentan el nivel de frustración. Es decir, en vez de disfrutar del camino que lleva a esa meta, la persona solo se centra en el objetivo que puede que nunca consiga. El resto de cosas no le importa, por lo tanto, si no lo consigue, la frustración es mayor.
- Comparaciones. Las personas que se comparan con los demás o quieren vivir la vida de otras personas sienten mayor frustración ante las adversidades que se presenten en su vida. La persona, en vez de asumir y gestionar por su propia vida, se centra en la de otros y se frustra porque no puede vivir la vida de otros.
- Dificultad para gestionar y expresar las emociones. El hecho de no saber bien cómo explicar aquello que estamos viviendo o sintiendo puede causar un alto nivel de frustración.
- Dificultad en el autocontrol.
Consecuencias de la frustración
- Ansiedad. Se trata de la principal consecuencia cuando sentimos frustración. Esa ansiedad y estrés que provoca la frustración hará que actuemos con impaciencia y nerviosismo.
- Sustitución. Cuando algo nos provoca frustración porque no lo hemos conseguido, podemos pensar en algo que sustituya esa meta. Sin embargo, lo único que conseguimos es que dicha frustración aumente aún más.
- Descenso de autoestima. Como consecuencia de la frustración podemos sentir tensión porque pensamos que no podemos alcanzar otros objetivos, que nos quedan grandes. Esta falta de confianza nos provoca que afrontemos la nueva situación de forma inadecuada.
- Abandono o huida. Ante la sensación de haber fracasado, existe la tendencia de abandonar el objetivo que teníamos.
- Ira. Tras un episodio frustrante, las personas, además de sentir ansiedad y tristeza, pueden sentir esas emociones mezcladas con la rabia y la ira que, llevado a un caso extremos podría conducir a la agresión.
Cómo combatir la frustración y hacer que la tolerancia aumente
La capacidad para lidiar con todas estas emociones se conoce como tolerancia a la frustración. Tener una tolerancia alta es un indicador de estar más y mejor preparado para enfrentar desafíos. Si quieres combatir la frustración y hacer que la tolerancia aumente, estos consejos te ayudarán a conseguirlo:
- Identifica qué te causa frustración. Los conflictos personales, molestias físicas que no remiten, problemas relacionales, noticias estresantes, etc. son posibles causas de tu frustración. Comprender por qué sientes frustración te ayudará a terminar con ella.
- Reduce el estrés. El estrés puede ser, en este caso, un factor determinante, porque puede hacer que la reactividad aumente y reducir la tolerancia a la frustración. Puede aportar una mayor sensación de pérdida de control y hacer que pequeños fracasos causen un nivel desproporcionado de contrariedad. Tener un buen manejo del estrés puede ser de gran ayuda a la hora de aliviar el sentimiento de frustración.
- Aprende técnicas de relajación: respiración, yoga, meditación… todas estas herramientas te ayudarán a reducir el estrés y elevar tu tolerancia a la frustración.
- Acepta lo ocurrido y no busques la perfección. Asume que no eres perfecto ni tampoco los son tus conductas y relaciones.
- Reconoce tus errores. Trata de racionalizar la situación para comprender por qué ha sucedido algo y si ha sido un error tuyo, intenta reconocerlo. Esta es la mejor forma de avanzar en la vida y afrontar las distintas dificultades que van surgiendo.
- Trabaja tu autoestima. Haz un listado de tus fortalezas y capacidades, así como de aquellos logros y cosas que te hacen sentir orgulloso de ti mismo.
- Sé paciente contigo mismo. Acepta que no todo sale a la primera y que debes ser paciente y darte una nueva oportunidad.
- Lleva una vida saludable. Dormir lo suficiente, seguir una dieta equilibradas y la práctica de ejercicio físico harán que te sientas más relajado y despejarán tu mente.
Y en los niños…
En el caso de los niños también podemos tratar de enseñarles estos consejos: que las cosas cuestan un esfuerzo y no todo se consigue al primer intento, y que equivocándose también se aprende. Hay que marcarles objetivos realistas y ayudarles a expresar las emociones que se derivan de la frustración. Pero, sobre todo, la mejor forma para que los hijos vean que los problemas se pueden solucionar, es la actitud positiva de los padres. Dar ejemplo es esencial para que los niños aumenten su tolerancia a la frustración.
¿Necesitas ayuda para gestionar la frustración?
Si ante cualquier meta no alcanzada sientes que la situación te supera y pierdes el autocontrol o quieres ayudar a tu hijo a afrontar la frustración y no sabes cómo hacerlo, en ACM Psicólogos podemos ayudarte de forma profesional y aportarte una visión más objetiva de lo que te está pasando. Además, te facilitaremos las herramientas necesarias para enfrentarte a la frustración, así como una serie de estrategias que te permitirán incrementar tu autoestima y autoconfianza. De este modo aprenderás a gestionar las emociones
Si tienes dudas y quieres que te ayudemos a ti o a tu hijo a mejorar la tolerancia a la frustración, contacta con nosotros y pide ahora tu primera sesión con nuestro psicólogo presencial u online o psicólogo infantil. En ACM Psicólogos podemos ayudarte a alcanzar tu bienestar.