Las personas con el trastorno histriónico de la personalidad suelen ser demasiado dramáticas y casi parecen estar actuando.
Los antecedentes de este trastorno de personalidad se remontan a finales del siglo XIX en los relatos sobre la histeria de Freud. Posteriormente, los psicoanalistas constataron que los síntomas histéricos se asociaban muchas veces a un grupo de “rasgos del carácter”. Es por esto por lo que se llevó a postular el trastorno histérico de la personalidad. Más adelante se sustituyo por el nombre de “histriónico”, en un intento por buscar un término más neutro.
Este trastorno representa la caricatura o el estereotipo más extremo de la feminidad (en su sentido más arcaico y occidental). El paciente es vanidoso, superficial, afectado, inmaduro, excesivamente dependiente y egoísta.
¿Qué es el trastorno histriónico de la personalidad?
Las personas con trastorno histriónico de la personalidad se inclinan a expresar sus emociones de manera exagerada; por ejemplo, abrazan a alguien a quien acaban de conocer o lloran de manera incontrolada durante una película triste. También suelen ser personas vanidosas y egocéntricas y se sienten incómodas cuando no son el centro de atención. A menudo son seductoras en apariencia y comportamiento; y, habitualmente, les preocupa mucho su apariencia. Además, buscan de manera continua que las tranquilicen y aprueben lo que hacen o dicen. Y es posible que se enojen cuando los demás no les atienden o les halagan.
Todas estas características reflejan la inseguridad subyacente que estas personas tienen respecto a su valía en otro rol que no sea el de “compañero atractivo”. Su repertorio de sentimientos y afectos es lábil y superficial. Tienden a realizar descripciones exageradas y generales de los demás y de las situaciones o experiencias. No atienden a detalles ni a los hechos; y les cuesta mucho realizar análisis críticos razonados de los problemas o las situaciones.
Según el DSM, este trastorno de personalidad se caracteriza por un patrón general de excesiva emotividad y de llamar la atención, como indican algunos de las siguientes afirmaciones:
- No se siente a gusto en situaciones en las que no es el centro de atención.
- La interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador.
- Muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante.
- Utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar a atención sobre sí mismo.
- Tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices.
- Muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional.
- Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o por las circunstancias.
- Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
Las personas con trastorno histriónico de la personalidad, con frecuencia presentan depresión; problemas somáticos de origen desconocido; y tienen una amplia historia de decepciones en sus relaciones sentimentales.
Causas del trastorno histriónico de la personalidad
Pese a su larga historia, se han realizado pocas investigaciones sobre las causas o el tratamiento de este trastorno.
Hay una hipótesis que plantea una posible relación con el trastorno antisocial de la personalidad. Hay pruebas de que la personalidad histriónica y la antisocial coinciden mucho más a menudo de lo que se explicaría por casualidad. Las pruebas de esta asociación han conducido a la propuesta de que estos dos tipos de personalidad quizás sean expresiones alternativas de género de la misma condición subyacente no identificadas. Las mujeres con dicha condición tal vez estén predispuestas a manifestar un patrón predominantemente histriónico; y, los varones con tal condición subyacente quizás estén predispuestos a mostrar un patrón predominantemente antisocial.
Otro planteamiento que se hace es que el trastorno histriónico de la personalidad tiene su origen en un ambiente familiar dominado por figuras que premian en exceso ciertos comportamientos socialmente deseables: vestir de modo especial para asistir a una fiesta; mostrarse encantadores y cariñosos ante los amigos de sus padres, etc. De esta manera, el niño relaciona su comportamiento con la aprobación social; la obtención de atención de los demás; y, de este modo, su autoestima acaba dependiendo excesivamente de los que los otros digan o piensen sobre los aspectos más superficiales de su personalidad.
Tratamiento del trastorno histriónico de la personalidad
Aunque se ha escrito mucho sobre la forma de ayudar a las personas con trastorno histriónico de las personalidad, pocas investigaciones demuestran éxito. Algunos terapeutas han tratado de modificar la conducta de búsqueda de atención.
Una gran parte de la terapia para estas personas se concentra en sus relaciones personales problemáticas. A menudo manipulan a los demás por medio de crisis emocionales, valiéndose del encanto, la sexualidad, la seducción o el halago. A las personas con trastorno histriónico de la personalidad con frecuencia hay que mostrarles la forma en que las ganancias a corto plazo derivadas de este estilo de interacción generan pérdidas a largo plazo. Hay que enseñarles maneras más adecuadas de negociar sus carencias y necesidades.
Escrito por: Blanca Fernández
Psicóloga sanitaria en ACM Psicólogos