Con frecuencia, las personas que no han tenido contacto con la psicología tienen grandes dudas sobre qué es o para qué sirve un psicólogo. Tal vez, de entre todas las profesiones, la psicología sea una de las que más desconocimiento genere. Algunas personas creen que ir al psicólogo es similar a contar sus dificultades a un amigo y pedir consejo. Por supuesto, esto es algo terapéutico, ya que ayuda a la gestión emocional. Sin embargo, la labor del psicólogo es mucho más amplia y los cambios obtenidos más duraderos que un fugaz consejo. A continuación, te explicamos cuál es la labor de un psicólogo y en qué consiste su trabajo.

psicólogo

La psicología y sus áreas

El objetivo principal de psicólogo es fomentar el bienestar y mejorar la salud psicológica de la persona. Por tanto, su trabajo abarca todas aquellas áreas donde haya o participe un ser humano. Las tres especialidades más conocidas del psicólogo son:

  • Psicólogo clínico o sanitario: Aquel que evalúa, diagnostica y trabaja con los trastornos y dificultades psicológicas como ansiedad, depresión, fobias, problemas de pareja o sexuales, pensamientos obsesivos…
  • Selección de personal y mundo empresarial: Encargado, principalmente, de actividades de reclutamiento y selección de nuevos trabajadores para las empresas (psicólogo laboral)
  • Psicólogo educativo: Aquel que realiza funciones de asesoramiento profesional e interviene ante las necesidades educativas de los alumnos.

Sin embargo, los psicólogos también se encuentran en la publicidad o marketing, en el deporte, en seguridad vial o en temas jurídicos.

En definitiva, las labores del psicólogo pueden ser muy amplias y, en función de su especialización, el psicólogo desempeñará unas funciones u otras. Es importante destacar que este artículo va a centrarse en los psicólogos clínicos o sanitarios.

Qué es y qué hace un psicólogo

Un psicólogo clínico o sanitario es un profesional de la salud mental especializado en las áreas cognitiva (pensamiento), afectiva (emociones) y comportamental (conducta). El psicólogo ayuda a la persona a identificar formas de ser que no le dejan vivir, aportando una nueva perspectiva. A su vez, busca fortalecer al paciente frente a las circunstancias del día a día, mejorado su calidad de vida.

A continuación, mencionamos y explicamos varios aspectos de la profesión del psicólogo:

Explicación de lo que está ocurriendo

Para poder empezar a trabajar es importante conocer la problemática que presenta el paciente. Para ello, el profesional realizará una evaluación y conceptualización del caso que ayudará a la hora de diseñar el tratamiento. Una vez que se ha hecho este trabajo, el psicólogo devuelve al paciente toda la información que ha recogido de forma ordenada, explicando el origen y el mantenimiento del problema. Esta explicación es importante para que la persona entienda el plan de intervención y encuentre el sentido de sus esfuerzos.

Orientado al cambio: objetivos terapéuticos

Como decíamos al principio, el objetivo principal del psicólogo es fomentar el bienestar de su paciente. Por lo general, las personas que acuden al psicólogo es porque existe algo es sus vidas que les impide alcanzar ese bienestar. Para lograr este cambio es fundamental establecer metas u objetivos. El psicólogo pedirá a su paciente que escriba cuales son los objetivos que desea alcanzar acudiendo a sesión. Posteriormente el profesional ayudará al paciente a ajustar estos objetivos a la realidad y comenzarán a trabajar para lograrlos.

Aporta conocimientos y educación

Una parte importante de la labor del psicólogo es aportar al paciente conocimientos que le ayuden comprender su situación. El psicólogo busca educar a la persona sobre qué es aquello que le está pasando. Esta tarea ayuda al paciente a la hora de relacionarse con lo que le ocurre y fomente el cambio de perspectiva. Muchas veces, la persona tiene una idea errónea sobre la ansiedad, la depresión o el funcionamiento de las emociones. Es fundamental que el psicólogo oriente y enseñe esa parte más teórica pero clave para la mejoría del paciente. Desmontar mitos y creencias es tremendamente importante para empezar a construir cambios sobre una base sólida y real.

Enseña herramientas

Para poder fomentar el bienestar de la persona y cumplir con los objetivos terapéuticos, el psicólogo enseña y entrena al paciente en diversas herramientas que le ayuden en su proceso de cambio. El psicólogo ofrece a la persona nuevos recursos para afrontar determinadas situaciones de forma más funcional y satisfactoria. Da técnicas para gestionar conflictos, manejarse con las emociones, no sucumbir a la ansiedad… En definitiva, enseña herramientas al paciente para que pueda llegar a donde desea llegar.

Cambio de perspectiva

Por lo general cuando una persona acude al psicólogo lo hace como “última opción” cuando se encuentra mal y desesperanzado. Por un lado, existen personas que han perdido la ilusión y desconocen el motivo y otras que acuden sobrepasadas por las emociones. En ambos casos, no existe una perspectiva clara de la situación que les ayude a visualizar una salida. El especialista, a medida que pasan las sesiones, busca crear una nueva perspectiva que ayude al paciente. Este cambio de perspectiva hará que la persona pueda interpretar lo que le ocurre, piensa y siente de manera más funcional.

Orientación

Es importante tener en cuenta que el psicólogo no dirá al paciente estrictamente lo que tiene que hacer ni lo presionará para lograrlo. Ante todo, el psicólogo es una figura de guía y orientación. Ayuda a la persona a guiarla hacía donde quiere ir, pero siempre con calma y respeto. Esta orientación debe ser flexible y adaptada a las necesidades del paciente.

Prevención para el futuro

Una vez logrado el cambio y alcanzado los objetivos, el psicólogo trabaja sobre el futuro. Se trata de identificar situaciones potencialmente peligrosas y crear un plan de acción adaptativo para gestionarlas. Este trabajo es importante de cara a mantener los cambios logrados por el paciente con tanto esfuerzo.

 

Ir al psicólogo es de valientes

Para muchas personas, ir al psicólogo es sinónimo de ser una persona débil por no resolver los problemas uno mismo. Por suerte, cada vez son menos las personas que continúan teniendo esta visión pero, aún así, es muy frecuente encontrarlo. La vida es un camino de constantes baches, algunos más grandes y otros más pequeños. Eso significa que si estamos vivos hemos tenido, tenemos y tendremos problemas y dificultades.

Ir al psicólogo consiste en poner sobre la mesa esos problemas, mirarlos fijamente y sentir las emociones que los acompañen. Consiste en hablar sobre lo ocurrido, reconocer nuestros pensamientos y enfrentarnos a nuestros miedos: desaprobación, abandono, soledad… Acudir a terapia es un acto de inteligencia y de valentía, supone ser consciente de que existe un problema y querer resolverlo.

Es importante dejar de ver el acudir a un psicólogo como un acto de debilidad o enfermedad y comenzar a verlo con admiración.

 

En resumen…

El psicólogo clínico o sanitario trabaja con el pasado, presente y futuro, persiguiendo y fomentando el bienestar de la persona. Acudir terpia psicológica no es buscar consejo, sino que implica empezar un proceso orientado a lograr unos objetivos y mantener los cambios estables en el tiempo. El psicólogo te ayudará a visualizar el camino a seguir, a la vez que aporta conocimientos y herramientas útiles orientadas al cambio.

Un psicólogo es un profesional de la salud mental que puede ayudarte a recuperar el equilibrio emocional. Si estas pasando por un mal momento, desde ACM Psicólogos te animamos a llamar y concertar una cita. Recuerda que dar este paso es algo tremendamente inteligente y valiente.

 

Escrito por Sara Jódar

Psicóloga Sanitaria en ACM Psicólogos

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