La vida de todos se ha visto trastocada en mayor o menor medida debido a los efectos del coronavirus y a las restricciones ante la pandemia. En muchas ocasiones, se ha acusado a los adolescentes y jóvenes por ser, en parte, responsables de propagar la enfermedad. Sin embargo, no todo el mundo es consciente de que los jóvenes se sientes especialmente castigados por la pandemia. En los últimos meses ha aumentado la ansiedad en adolescentes por el COVID. Esto es, en cierto modo, debido a que su estilo de vida es más activo que a otras edades y se ha visto claramente más alterado con esta situación de confinamiento y restricciones.
Pérdida de la estimulación positiva
La actual situación por coronavirus trae para los jóvenes y adolescentes una serie de cambios que les afecta de forma particular y que conllevan una pérdida de la estimulación positiva, lo cual, a su vez genera un aumento de la ansiedad en adolescentes por el COVID:
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Ruptura o amenaza a sus proyectos vitales.
El confinamiento total y las siguientes restricciones rompen o amenazan los proyectos vitales de los jóvenes. De la noche a la mañana han cambiado su forma de estudiar y prepararse la EBAU y los exámenes. Muchos se han quedado durante meses sin tutorías en las que poder orientar su futuro y decidir qué carrera comenzar.
En el plano de las relaciones personales, esta situación dificulta la búsqueda o disfrute de pareja y la intimidad con sus iguales.
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Limitaciones de los padres
Han llegado nuevas normas sociales y de convivencia en casa. Muchos padres temen que el joven no tome las medidas higiénico-sanitarias necesarias y traiga el COVID a casa, contagiando así a sus familiares, especialmente a los abuelos… Los jóvenes se sienten más limitados y coaccionados por parte de sus padres para no quedar con sus amigos.
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Sentimiento de culpabilidad
Muchos jóvenes y adolescentes sienten que se están perdiendo algo por evitar situaciones de riesgo. Se sienten culpables o ven la necesidad de tener que dar explicaciones a amigos y familiares por querer seguir las normas sanitarias. Tener que buscar justificación por querer hacer las cosas bien y no parecer “el pringado” que siempre cumple con las normas hace que muchos jóvenes estén molestos y duden sobre cómo actuar.
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Soledad
Los apuros y malentendidos por cumplir el cupo de las seis personas hacen que muchos jóvenes se queden fuera de un plan al comprobar que ese cupo ya se ha rebasado. Es posible que se sientan desplazados y más solos de lo habitual o que malinterpreten un rechazo que es debido a una medida restrictiva.
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Pérdida de autonomía
Los adolescentes también se han visto obligados a perder su autonomía. Con menos oferta de ocio, toques de queda y con la dificultad de transporte (sin coche, evitando el transporte público…), es muy complicado que los jóvenes puedan seguir una vida con cierta “normalidad” sin poder optar a otro tipo de planes al aire libre, excursiones, etc. por esa falta de movilidad y autonomía.
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Problemas para relacionarse
Al disminuir las relaciones sociales, aquellos jóvenes que son más retraídos o que ya tenían cierta fobia social, se van a ver perjudicados. Ante la falta de exposición a esas dificultades, más les va a costar enfrentarnos de nuevo a ellas, y cuanto menos practican, menos habilidades sociales tienen.
Esto provoca que la ansiedad vaya en aumento a la hora de enfrentarse a esas situaciones (exámenes, quedadas, enfados, malentendidos y reconciliaciones…) Hay que tener en cuenta que es mucha la alteración emocional que tienen a esta edad, con lo cual, al no practicar las relaciones con los demás, hace que las dificultades sociales sean mayores, sean más retraídos, sientan más ansiedad y fobia social.
Frente a todas estas circunstancias negativas, los adolescentes siguen teniendo las mismas obligaciones con respecto a los estudios y las clases. Y, a cambio, toda su parte de desahogo emocional, de compartir con sus iguales, intimar con sus amigos, hacer el ocio y las actividades que les gusta se han visto disminuidos. Están perdiendo su estimulación positiva, y esto se traduce en un aumento de la ansiedad en adolescentes por el COVID.
Síntomas de ansiedad en adolescentes por el COVID
La falta de incentivos, objetivos y motivación puede llevar a que estén más tristes, que no estén orientados hacia lo que quieren conseguir, que se despisten en la lucha por sus objetivos, que les cueste más encontrar su propia identidad …
Esta nueva situación dificulta todos estos procesos y hace que los adolescentes estén más alterados de lo que de por sí es habitual. Están recibiendo menos estimulación positiva, no tienen tantos amortiguadores para digerir los estados de ansiedad, de preocupación o duda.
Es posible que veas que tu hijo adolescente tiene más tristeza, apatía, pérdida de valores o confusión de la identidad. En cierto modo, es normal que los jóvenes se sientan tristes en estos tiempos, llorando a veces porque extrañan a sus amigos o debido a cancelaciones de sus planes.
No obstante, puede que tu hijo adolescente necesite de un apoyo adicional y profesional en los siguientes casos:
- Tiene cambios en su estado de ánimo que no son típicos en él, como irritabilidad, desesperanza o ira, y conflictos frecuentes con amigos y con familiares.
- Su comportamiento ha cambiado y se aleja de las relaciones personales. Si habitualmente es una persona extrovertida, pero ahora muestra poco interés en comunicarse con sus amigos, su pareja y prefiere encerrarse en casa, esto puede ser una señal de alerta.
- No tiene interés por actividades con las que disfrutaba anteriormente. Por ejemplo, ha dejado de tocar el piano, jugar en el equipo de fútbol y ha perdido el interés por cocinar cuando siempre ha soñado en llegar a ser un gran chef.
- Le cuesta dormir o, por el contrario, está durmiendo a todas horas.
- Notas que ha habido cambios en su peso corporal o en sus patrones alimentarios. Ahora nunca tiene hambre o, por el contrario, se pasa el día comiendo a todas horas.
- Le cuesta concentrarse y está más olvidadizo y despistado o incluso tiene problemas de memoria y de razonamiento.
- Le cuesta tomar decisiones y solucionar problemas, no parece tener criterios sólidos y se siente perdido sin encontrar su propia identidad.
- Notas que ya no se cuida tanto, que no quiere arreglarse o incluso tiene cierta falta de higiene básica sin razón aparente.
- Has notado un incremento en comportamientos peligrosos tales como el consumo de alcohol o incluso de drogas
- Tiene comentarios y pensamientos negativos, relacionados con la propia muerte.
Consejos para ayudar a tu hijo adolescente con ansiedad por el COVID
En ACM Psicólogos queremos ayudarte a mejorar la situación de ansiedad que está viviendo tu hijo adolescente y que podáis trabajar la mejoría y prevención de estos síntomas que hemos mencionado.
1-Intenta comprender las emociones de tu hijo.
No las veas como un problema, sino como una oportunidad para entender y empatizar con él. Recuerda cómo eras tú en esa época y ponte en su lugar. Conviene que seas conscientes de todo lo que tu hijo adolescente ha perdido y le está haciendo sufrir.
2-Se comunicativo.
Apoya a tu hijo para que vea que no está solo y que puede expresarte sus emociones y compartir contigo todos sus sentimientos. Esto es, en cierto modo un acto terapéutico, ya que le sirve para amortiguar sus dificultades.
3-Utiliza mensajes positivos.
Intenta establecer una comunicación que remarque las consecuencias de no seguir las normas, pero que aliente a través de mensajes positivos. Agradécele su esfuerzo y recuérdale que cuanto más rigurosos seamos, menos peligro tendremos y antes terminará todo.
4-Facilítale su ocio y actividades de disfrute.
Colabora con tu hijo para que siga viviendo con una cierta normalidad. Facilita que quede con sus amigos, permítele realizar planes al aire libre, excursiones, … Seguro que necesita ayuda, aunque sea de transporte, pero también de organización y de creatividad a la hora de seguir buscando planes posibles con sus amistades para que puedan seguir fomentándolos en la medida de las posibilidades y atendiendo a las restricciones sanitarias.
Ayúdale a encontrar esos momentos de disfrute. No solo planes sociales, sino también otro tipo de ocio, como las clases de música, de natación, … para que disfrute, siga con sus aficiones y tenga estimulación positiva.
5-Incúlcale la práctica deportiva.
Hacer deporte es muy importante para el bienestar físico y emocional. El ejercicio físico provoca la segregación de serotonina que le ayuda a estabilizar su estado de ánimo y a liberar tensiones y ansiedad. Es un aporte extra de estimulación positiva y un buen plan que podéis desarrollar en familia o con sus amigos.
6-Técnicas de relajación.
Puedes acudir a un psicólogo especialista o encontrar en Internet las diferentes técnicas de relajación que le ayudarán a meditar y a estabilizarse emocionalmente.
Si, a pesar de todos estos consejos, tu hijo siente malestar y sufre ante la actual situación de pandemia, conviene que acuda a un especialista en psicología de adolescentes para poder hacer frente, poco a poco, a las dificultades. La ansiedad en adolescentes por el coronavirus tiene tratamiento y en ACM Psicólogos podemos ayudarte, de forma presencial u online, a solucionar y mitigar estas emociones. Tu hijo mejorará su ánimo y será capaz de disfrutar de esta etapa de vital, actualmente más compleja de lo habitual.